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La decisión de Nacho, el joven baleado por un policía que se equivocó de casa

SOBRE EL JUICIO. La víctima del grave caso de gatillo fácil ocurrido en Centenario tomó una drástica decisión sobre el proceso judicial contra el efectivo del GAD acusado.

Nacho sufrió una grave herida durante un allanamiento erróneo

Nacho sufrió una grave herida durante un allanamiento erróneo.

Ignacio Seijas, el joven que perdió la vista de un ojo al ser baleado en el rostro por un efectivo del GAD de Lomas de Zamora, que se equivocó de casa durante un allanamiento en Villa Centenario, tomó una drástica decisión respecto al juicio en el que será juzgado el acusado.

El imputado iba a ser enjuiciado los días 18, 19, 20, y 21 de marzo. Sin embargo, para evitar las desgastantes jornadas y tener que revivir el traumático recuerdo del hecho que le cambió la vida para siempre, la víctima prefirió optar por un juicio abreviado.

"No quiere saber más nada, quiere dar vuelta la página, ya que se encuentra recuperándose de su salud mental en casa", contó Marina Candia, la madre de Nacho, en diálogo con La Unión.

De acuerdo a lo manifestado a este medio, el policía no iría a prisión, y sería castigado con una pena administrativa que le impediría ejercer su rol en la fuerza de seguridad bonaerense durante un tiempo determinado.

El caso de gatillo fácil sucedió el 20 de junio de 2020, en Rawson al 1800, en Lomas, cuando efectivos policiales, por error, entraron a la vivienda de la víctima.

Esa mañana, un grupo de 10 agentes del GAD de Lomas irrumpió en la casa. Tenían una orden de allanamiento, pero para otro departamento, en el que buscaban electrodomésticos que habían sido robados de una escuela del barrio. 

El joven de tan solo 17 años fue tirado al piso y pateado sin entender lo que sucedía: "Chorro de mierda", "Negro hijo de puta", fueron algunas de las agresiones que los agentes de la Bonaerense repitieron en el operativo, según la familia.

Desde entonces, comenzó un largo proceso de recuperación por las graves heridas. Sin embargo, su vida nunca volvió a ser la misma, debido a que perdió un ojo, y su estado de salud tuvo varias recaídas, con algunos intentos de suicidio incluidos.

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