Fijaron fecha de juicio para el crimen del diácono asesinado en Temperley
judiciales. Por el homicidio de Guillermo Luquin serán juzgados dos jovenes que aluden que la víctima intentó abusar de uno de ellos, mientras que el otro, lo defendió.
Fijaron fecha para el juicio por el crimen de Guillermo Luquin, el diácono de 52 años de la Diócesis de Lomas de Zamora asesinado en su casa, en Temperley. El mismo iba a llevarse a cabo en junio pero se suspendió.
Fuentes judiciales informaron a La Unión que se fijó una nueva fecha para el juicio, que tendrá lugar el próximo martes 4 de octubre a partir de las 8.30 en los Tribunales de Lomas de Zamora, en Larroque y Camino Negro.
Será el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora el que se ocupará de juzgar a Roberto Javier Céspedes y a su pareja, Leonel Iván Martínez, por el delito de "Homicidio en concurso con robo agravado".
El juicio iba a desarrollarse el pasado 4 de junio pero Céspedes solicitó la intervención de otro abogado defensor para el debate. Al haberse tratado de una modificación de último momento, se debió posponer.
En la etapa de instrucción intervino la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°6 de Lomas, pero el proceso judicial será encabezado por la fiscal Viviana Giorgi, de la Unidad de Asistencia y Colaboración para el Juicio común y el Juicio por Jurados.
EL CASO
La víctima, Guillermo Luquín, era empleado bancario y diácono de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la Diócesis de Lomas. El domingo 9 de junio del 2019, como no fue a la iglesia, su sobrino fue hasta su casa situada en Bombero Ariño 829, en Temperley, donde lo encontró muerto.
Su cuerpo estaba desnudo y envuelto en sábanas. La autopsia determinó que fue degollado y que presentaba otros cortes en el cuerpo, signos de defensa y un fuerte golpe en la cabeza.
Una huella dactilar hallada en una copa de cristal identificó a Céspedes, de 18 años, como sospechoso y cuando los investigadores lo estaban buscando, se entregó en la Comisaría de 8va de Villa Galicia junto a su novio, Martínez, de 20, para hacerse cargo del homicidio.
En un video que grabó antes de su entrega y fue difundido por su familia, Céspedes dijo que el diácono lo acosaba desde que tenía 15 años. Luego denunció una situación de abuso, lo que motivó un forcejeo con un cuchillo que terminó en el homicidio.