Se suspendió el juicio por el crimen del diácono de Temperley
judiciales. El proceso quedó interrumpido y uno de los imputados pidió por otro abogado defensor.
Se suspendió el juicio por el crimen de Guillermo Luquín, el diácono de la Diócesis de Lomas de Zamora asesinado en su casa, en Temperley: uno de los imputados pidió por otro defensor oficial. La audiencia se iba a llevar a cabo el jueves pasado.
Según precisaron voceros judiciales en charla con La Unión, el imputado identificado como Roberto Javier Céspedes solicitó la intervención de otro abogado defensor para el juicio. Al haberse tratado de una modificación de último momento fue que se decidió anular la audiencia inicial. Juan Miguel Etchepare fue asignado como su defensor oficial.
Al momento resta que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora designe una nueva fecha de debate y notifique a las partes.
En el juicio también es juzgado Leonel Iván Martínez. Son procesados por el delito de "homicidio en concurso con robo agravado". La causa se encontraba en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°6 de Lomas, pero actualmente se encuentra en la Unidad de Asistencia y Colaboración para el Juicio común y el Juicio por Jurados.
EL CASO
Guillermo Luquín era empleado bancario y diácono de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la Diócesis de Lomas. El domingo 9 de junio, como no fue a la iglesia, su sobrino fue hasta su casa situada en Bombero Ariño 829, en Temperley, y lo halló asesinado cerca de las 12.30.
El cadáver estaba desnudo y envuelto en sábanas y la autopsia determinó que fue degollado y que presentaba otros cortes en el cuerpo, signos de defensa y un fuerte golpe en la cabeza.
Una huella dactilar hallada en una copa de cristal identificó a Céspedes como sospechoso y cuando los investigadores lo estaban buscando, se entregó en la Comisaría de Villa Galicia junto a su novio, Martínez, para hacerse cargo del homicidio.