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Balance del año: en un 2021 irregular, Lanús apostaba a más

Resumen. El Granate se armó para pelear arriba y en el inicio del torneo lo logró, pero después pagó caro sus errores defensivos y se conformó con la Copa Sudamericana.

Lo mejor del equipo su poder ofensivo

Crédito: Prensa Lanús

Lo mejor del equipo, su poder ofensivo.

Luego de un 2020 en el que se apostó por sostener la estructura del club y no hacer grandes incorporaciones, Lanús planificó este año con un objetivo claro: pelear en los primeros lugares de la Liga Profesional. Y se armó para eso. Con la llegada de varios refuerzos, se planteó luchar por el título y por un lugar en la Libertadores, pero no le alcanzó y se despidió varias fechas antes. Sin embargo, se clasificó a la Sudamericana y nuevamente dirá presente en un certamen internacional.

La idea del entrenador Luis Zubeldía, quien finalizó su contrato en diciembre y, de común acuerdo con la dirigencia, decidió no renovar, era pelear lo más arriba posible. Y en las primeras fechas, a fuerzas de victorias y de un gran poder ofensivo, alimentó el sueño de los hinchas, a tal punto de ser un serio animador durante la primera mitad de la temporada.

El Granate, hasta la finalización de la fecha 11, tuvo un sólido andar y sus resultados lo reflejaron, ya que sumó 23 puntos sobre los 33 en juego (con una efectividad del 69,9% de los puntos en juego) y por varias fechas fue uno de los punteros.

Durante ese lapso, el equipo sureño obtuvo siete victorias, dos empates y apenas dos derrotas, ganándose el respeto de todos los rivales. Sin embargo, después de esa jornada, no pudo sostener el ritmo inicial y una serie de derrotas seguidas lo complicaron bastante: sumó cuatro puntos sobre 15 en juego en los partidos siguientes y eso lo alejó de la pelea por el título ante un River que, partido a partido, parecía cada vez más sólido y difícil de bajar.

Después de eso, el Granate se enfocó en la lucha por clasificar a la Copa Libertadores y entró como animador a la recta final, pero dejó puntos increíbles en el camino que, poco a poco, le fueron quitando todas las chances y lo llevaron a terminar en la décima colocación, muy lejos de los primeros lugares.

Lanús fue el segundo equipo más goleador de la temporada, pero también el segundo con la valla más vencida. Esas dos caras diferentes marcaron su torneo.

Y eso le pasó ante Patronato (ganaba 2-0 y perdió 3-2), contra Platense (se imponía por 3-0 y empató 3-3), frente a Racing (se puso en ventaja 1-0 y perdió 3-1) y el último, ya con pocas chances, ante Rosario Central (lo vencía por 2-0 y el rosarino lo igualó en el segundo tiempo).

En estos partidos, salvo ante la Academia, el Granate parecía tener la historia acomodada, pero los problemas defensivos, esos mismos que padeció durante todo el campeonato, lo complicaron bastante y le impidieron sumar puntos que le hubiesen permitido terminar más arriba, y capaz con un lugar en la Libertadores.

Lanús, a lo largo de la temporada, fue el segundo equipo más goleador de la Liga Profesional por detrás de River, pero también fue el segundo con la valla más vencida, sólo por encima de Atlético Tucumán, y ahí se explica el por qué no le alcanzó para pelear por el campeonato.

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