La Unión | LOMAS

Piden la preventiva para los siete acusados por el crimen del empresario

budge. La Fiscalía argumentó que hay peligro de fuga si los deja en libertad. En caso de haber una condena sería perpetua porque se los acusa de un homicidio cuadruplemente calificado.

El móvil del crimen para el fiscal fue la deuda de US50 mil dólares

El móvil del crimen, para el fiscal, fue la deuda de US$50 mil dólares.

El fiscal de instrucción Marcelo Domínguez concluyó que al empresario Fernando Pérez Algaba, encontrado descuartizado el 23 de julio en Budge, lo mataron sus amigos, básicamente Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, mientras que pidió la prision preventiva para siete implicados. El motivo del crimen es la deuda de US$50 mil que Pilepich -según la fiscalía- tenía con Pérez Algaba.

Se trata de Nahuel Sebastián Vargas, Maximiliano Ezequiel Pilepich, Matias Ezequiel Gil, Flavia Lorena Bomrad, Horacio Mariano Cordoba, Luis Alberto Contreras, Fernando Gaston Martín Carrizo. El pedido de preventiva de la fiscalía se justificó en que existe peligro de fuga si se los deja en libertad.  

La calificación en caso de haber condena es perpetua, pues refirió que existió un homicidio cuádruplemente calificado, por ser premeditado, por haber intervenido dos o más personas, con alevosía (esto es asegurarse el resultado de muerte), por haber sido cometido por codicia y el uso de arma de fuego.

INVESTIGACIÓN

Según concluyeron los instructores al pedir la prisión preventiva para los siete implicados, parte de la prueba la constituyen los audios que mandó Pérez Algaba antes de encontrarse con Pilepich y Vargas, para que le den un primer pago de US$20 mil, donde dijo temer por su vida y que lo mataran.

De acuerdo con esa prueba, que el fiscal presentó ante el juez de garantías de Lomas de Zamora Sebastián Monelos, el 18 de julio Pérez Algaba se encontró con Pilepich y Vargas en el predio "Renacer", donde el primero de ellos planificaba la construcción de un barrio privado, el cual está ubicado en General Rodríguez.

Luego de ese encuentro, se analizó el impacto de la señal del celular de la víctima en diez puntos, varios en la zona de Moreno, y coincidía en seis de ellos con otro número de teléfono, el cual se determinó que correspondía a un equipo que había comprado en licitación el Ministerio de Seguridad porteño.

Ahí es donde ingresa la figura del policía Horacio Mariano Córdoba, el cual se presume facilitó ese equipo a Pilepich para que lo utilice en la logística del crimen que -según la fiscalía- habían planificado desde antes. Incluso, esa coincidencia también se da en la zona donde fue encontrado el cuerpo, ya descuartizado, de Pérez Algaba, en Ingeniero Budge, a metros del Arroyo del Rey.

Según la autopsia, Pérez Algaba recibió dos disparos por detrás, y una vez muerto lo descuartizó, arrojando distintas partes de su cuerpo al arroyo en Budge. Luego de las detenciones producidas por la fiscalía, los implicados comenzaron a tirarse acusaciones cruzadas.

El acusado Luis Contreras declaró que Vargas, Pilepich, Matías Gil y Fernando Carrizo llegaron de madrugada a su casa en distintos vehículos, y en uno de ellos, en la cajuela, estaba el cuerpo de Pérez Algaba seccionado. Pero la fiscalía no creyó en su versión.

Incluso, Vargas semanas atrás había señalado que fue Pilepich quien lo mató porque -según dijo - la víctima lo extorsionaba para que le pagara la deuda en dólares.

Pero al mismo tiempo que la fiscalía avanzaba con los pedidos de preventiva, este lunes fue trasladado Pilepich a los Tribunales de Lomas de Zamora, y dijo que fue Vargas quien en realidad mató a "Lechuga" Pérez Algaba. ¿El motivo? Aparentemente por celos porque la víctima estaba vinculado a una ex pareja de él.