Lanús fue más, pero perdió con Huracán
Superliga. El Granate buscaba un buen resultado en la previa del clásico contra Banfield, pero Huracán se llevó el tesoro más preciado por un gol en contra de Nicolás Thaller. El equipo de Zubeldía dominó el juego, tuvo más llegadas, pero se cegó frente al arco rival.
Lanús no pudo regalarse una victoria en la previa del clásico. Pese a maniatar a Huracán, un gol en contra de Nicolás Thaller en el inicio del complemento acabó con las esperanzas del Granate para seguir de racha positiva y llegar entonado al partido frente a Banfield.
Zubeldía puso en cancha el esquema que probó en la semana: una línea de cinco defensores (¿la utilizará en el clásico con Banfield también?).
El paraguayo García Guerreño de líbero, por delante Thaller y Torsiglieri, más Di Plácido y Pasquini por la bandas para incursionar en ataque cuando el equipo tenía le pelota.
Arrancó mejor Lanús, con un inquieto Marcelino Moreno que abría surcos por el frente ofensivo. Lo tuvo Ribas, pero no quedó bien perfilado para el remate tras la precisa habilitación del Laucha Acosta.
Huracán no estaba enchufado. El colombiano Roa no se hacía cargo del equipo y arriba, ni Chávez, ni Gamba lograron inquietar el arco de Ibáñez.
Ante la salida de Roa (choque de rodillas con Belmonte), el Globo perdió más eficacia y el local volvió a meterse en juego con dos pelotazos de Belmonte y Acosta desde afuera.
Ese buen cierre de etapa, Lanús no lo pudo prolongar en el complemento, porque a los tres minutos, impensadamente, se encontró en desventaja.
Gamba y Briasco armaron la jugada, este último se metió en el área y su centro para Chávez fue interceptado por Thaller, que involuntariamente introdujo la pelota en su arco.
A partir de ahí, Lanús se descompensó, y pese a que Huracán no mejoró, tuvo las armas necesarias para mantener ese gol y llevarse los tres puntos a Parque Patricios.
El partido se jugó en las cercanías del área de Marcos Díaz, pero el Granate no tuvo claridad para definir las jugadas, a pesar de sus esfuerzos y el recambio desde el banco.
Un duro golpe para los de Zubeldía, que ahora deberán reforzar energías de cara al clásico en Peña y Arenales. El Globo levanta vuelo. Aún sin jugar bien, ya se subió al podio de la Superliga.
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