Con motivo de despedir el año, socios e hinchas de Los Andes compartieron una reunión en las instalaciones del estadio Eduardo Gallardón y celebraron una jornada teñida de rojo y blanco, bien milrayitas, con un gran asado en el club.
En el estadio Eduardo Gallardón, 200 fanáticos del Milrayitas se juntaron y compartieron una cena especial junto a futbolistas que brillaron en el club.
Con motivo de despedir el año, socios e hinchas de Los Andes compartieron una reunión en las instalaciones del estadio Eduardo Gallardón y celebraron una jornada teñida de rojo y blanco, bien milrayitas, con un gran asado en el club.
Bajo el lema “ser de Los Andes”, alrededor de 200 hinchas de todas edades se juntaron para compartir experiencias y anécdotas, y así disfrutaron de una noche especial, donde el pasado, presente y futuro del Milrayitas era el tema central de todas las conversaciones.
Entre los presentes se encontraban Jonathan Tridente y Marcos Britez Ojeda, dos futbolistas formados en las inferiores de Los Andes y que dejaron un huella en el club. Ambos fueron pilares del ascenso logrado en 2008, tras ganarle una recordada promoción a Nueva Chicago, y desde ese momento se unieron para siempre a la familia del Milrayitas.
Por ese amor a los colores y una vida ligada al club, Tridente y Britez Ojeda no quisieron quedarse afuera y se sumaron a la celebración como dos hinchas más.
"Ambos son muy queridos por los hinchas y fueron requeridos constantemente para las fotos que le pidieron durante la noche”, comentaron desde la organización.
La música también dijo presente en el evento y tuvo su momento en la noche a cargo de la banda “La Tranky Funky”, que se llevó todos los aplausos con sus covers de rock nacional.
La sorpresa de los festejos la dio el ingeniero que está a cargo del cuidado del campo de juego del estadio Eduardo Gallardón, quien también se subió al escenario e interpretó varios temas de “Los Redonditos de Ricota”, llevándose la gran ovación de la noche.
Por último, y a modo de broche final, se realizaron varios sorteos entre los presentes. Y así la familia de Los Andes cerró el año con un gran asado y vivió una noche especial teñida de rojo y blanco como su corazón.