"Diez meses sin mi hija y no hay ni un avance en la causa"

La voz de Alicia Cáceres se quiebra no solo porque pasaron diez meses del crimen de su hija Daiana Castillo, sino también por la impotencia que siente al no ver novedades en la causa, que tiene un solo detenido. 

"No voy a dejar que esto quede en la nada como siempre pasa, voy a pelear hasta el final. Yo sé que a mi hija no la recupero más, pero yo quiero que paguen por lo que le hicieron", sostuvo, en diálogo con La Unión. 

Este sábado se cumplieron diez meses sin Daiana. La causa es llevada adelante por la UFI N°4 de Lomas, a cargo de la fiscal Silvina Estévez, y tiene a un solo detenido, Ezequiel Mego, mientras que sus cómplices continúan en libertad. 

"Pasan los meses y seguimos destruidos. Qué vamos a hacer, tenemos que seguir para que esto no quede así. Yo no voy a abandonar. Hasta que no los vea tras las rejas a los asesinos de mi hija, no voy a parar", aseguró. 

En este sentido, sostuvo que preparan para esta semana una nueva marcha para pedir justicia por la joven. "Queremos ver cómo avanza el tema de la pandemia, pero la vamos a hacer", explicó. 

"No nos vamos a mover de la fiscalía hasta que nos digan si están trabajando o no"

"Vamos a ir hasta la puerta de la fiscalía a esperar a la fiscal. Quiero que salga y de la cara. No nos vamos a mover de ahí hasta que nos diga si está trabajando o no. Su secretaria ya ni me responde los mensajes", advirtió. 

Y agregó: "No voy a dejar esto así, no voy a permitir que quede esto así. Solo queremos justicia por Daiana. Ya pasaron diez meses sin mi hija y no hay ni un avance". 

Respecto a la fiscal Estévez, Alicia criticó que la amenazó con "abandonar el caso", y la trató "como si la víctima" fueran los homicidas. "A nosotros nos tendría que atender bien, pero nos trata como si fuéramos los asesinos", completó, en charla con este medio. 

EL HECHO

La madrugada del domingo 7 de junio de 2020 Daiana y su amiga Marilú estuvieron empaquetando ropa que vendían a través de redes sociales hasta la una y media de la mañana. Luego las pasó a buscar un amigo y salieron a comprar.

Franco era quien manejaba la moto, Marilú y Daiana iban atrás, en ese orden. A la altura de Espronceda y Puerto Argentino, se les atravesó sorpresivamente un auto. Franco logró esquivarlos, pero la segunda vez perdió el control y cayeron al suelo. Daiana salió volando contra el cordón, Marilú quedó tendida en la calle y Franco del otro lado.

En ese instante, uno de los ocupantes del auto salió y le apuntó con un arma a Franco. Quería la moto. Marilú intentó sacarse el casco y reincorporarse, y le apuntaron a ella. Daiana miraba toda la situación a pocos metros. Cuando de repente giró cabeza, vio que el Fox daba marcha atrás y se le venía encima. Le aplastó una de las piernas.

Pero no todo terminó ahí. La joven se arrastró contra el cordón como pudo para zafarse, pero el auto volvió a acelerar y la pasó por arriba por segunda vez. En el barrio se escucharon los gritos de dolor. "¡No, por favor, basta!", exclamó Daiana. Era tanta la desesperación de la joven que los vecinos se despertaron y salieron a ver qué pasaba.

Ese mismo domingo Daiana estuvo en el Hospital Gandulfo y los médicosle realizaron curaciones. Tenía una herida profunda en la entrepierna, pero no había ninguna ginecóloga disponible para tratarla. A las 14 recibió el alta.

El lunes lloraba del dolor. Su madre le limpiaba la herida y le salía pus. El martes la tuvieron que llevar de nuevo al hospital y la operaron. "Nos dijeron que tenía una infección terrible, la anestesiaron y la intubaron", contó Alicia en ese momento a La Unión. Sufrió tres paros y se murió el miércoles.