Es de lomas, tiene 82 años y una cábala: siempre vota casi al cierre

Precisamente cinco minutos antes de que cierren los comicios, Juan Carlos, de 82 años, se acercó a paso veloz a votar al Instituto Nuestra Señora del Carmen, en Lomas. No se le hizo tarde, es una cábala que repite todos los años.  

Se trata de Juan Carlos Farace, quien, como tradición, va a votar siempre sobre la hora: vivir cerca de donde vota le juega a favor. "Ya hace varios años que vengo a esta hora, y no cambio", apuntó en diálogo con La Unión.

La primera vez que votó fue en 1958, cuando Arturo Frondizi era el presidente de la nación. Actualmente, a pesar de no tener la obligación de ir a votar por ser mayor de 70 años, Juan Carlos no duda en hacer ejercicio de su derecho. "Es un acto de libertad donde uno elige: mal, bien, regular, uno elige. Puedo elegir y yo decido", apuntó. 

"Soy de una generación que vivió la peor de las pesadillas, donde no conocíamos la democracia plena y totalmente. Hubo puchitos, ratitos, cuando las botas querían", planteó el hombre, quien reside en Lomas de Zamora hace 34 años. Fue cuando conoció a su esposa, María Victoria Cesario, que decidió dejar la ciudad porteña. 

"La democracia tiene un montón de errores, pero no hay otra, no hay otro sistema, es el mejor que hay. Viniendo a votar afianzo la democracia, para los que vienen", marcó el jubilado. "El ir a votar es una fiesta porque hay que festejarlo. La libertad es hermosa", valoró conmovido.

En tanto, Juan Carlos recordó que hubo muchos años en los que no se hablaba de política ni siquiera en la cena: "Ni loco podías hablar, tenías que hablar de fútbol. No tenías libertad", aseguró. "Es hermoso que ustedes (los jóvenes) puedan caminar libres por la calle, con el pelo blanco, verde, azul, o como ustedes quieran vestirse, como se les cante, y que eso no sea una señal de que te metan preso. Es maravilloso", concluyó. Finalmente, expresó su deseo de que "ojalá mucha gente tomara conciencia de lo que significa emitir un voto".