En Brasil, el Millonario salvó un partido que pintaba mal
terminó 2 a 2. River sufría ante el Inter que le ganaba con autoridad por 2 a 0. Pero un penal de Pratto y un tiro libre de De la Cruz le valieron un empate.
En Brasil, River la tenía complicada y terminó salvando el punto. Inter le ganaba con autoridad por 2 a 0 pero un penal de Pratto y un tiro libre sensacional de De la Cruz le dieron el empate y un mejor panorama de cara a la segunda etapa de la clasificación.
Los primeros minutos fueron parejos con un Inter más dominador. Presionó mucho para recuperar la pelota (de arranque bien arriba y luego replegado en su campo) y molestó al Millonario aunque lo mejor lo mostró en ataque: movilidad, precisión, verticalidad y decisión para llegar al área de Lux.
A los 17 minutos, tras un centro de D’Alessandro y producto de un rebote, López desvió un remate al arco y anotó el primero de Inter.
Con la ventaja el local se retrasó en su campo, y con sacrificio y orden defendió en dos bloques la respuesta de River. De contra le metió el segundo.
Martínez Quarta, errático toda la noche, falló casi en la mitad de la cancha y le permitió a Denilson una rápida corrida en dirección a Lux para poner el 2-0.
Pratto, alejado del juego, empezó a bajar unos metros para tener contacto con la pelota y desarmar el entramado defensivo del local. Y allí empezó a rearmarse el ataque Millonario. A los 35, el juez no cobró un penal claro sobre Zuculini y a los 40 vio una mano que el Oso cambió por gol.
En el arranque del segundo tiempo, De la Cruz entró por Ferreira que no había podido desequilibrar y ante la chance de un tiro libre (que habitualmente patea el que salió), el uruguayo se lució: metió un disparo al ángulo para el 2-2.
De ahí en adelante, el partido cayó en insinuaciones sin chances claras de ninguno.
La jerarquía individual y el ojo de Gallardo para cambiar a los que estaban mal, le alcanzaron a River para salvar un punto que, por como se habían dado los primeros treinta minutos, terminó siendo positivo.