El veterinario, ese profesional infaltable para los rescatistas
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En una relación que se construye en base a la confianza, ONG’s y vecinos acuden a estos médicos para consultar sobre los problemas de las mascotas que encuentran en la calle, y muchos de ellos hasta hacen descuentos en caso de operaciones.
La mayoría de las personas que tienen mascotas cuentan con ese veterinario amigo que siempre está presente para consultas y sobre todo para resguardar la salud de una mascota. Los veterinarios ocupan un lugar de extrema confianza para muchas almas mascoteras que depositan la vida de ese perro o gatito que necesita ser curado cuando se enferma.
La médica veterinaria Érica Charlin del Hospital Veterinario Temperley asegura que la relación con el dueño del paciente siempre debería ser de suma confianza: “En una veterinaria pasa que te encontrás con distintos casos. Acá llegan rescatistas u ONGs que se dedican a ayudar a los animales de la calle y se les hace precio porque sabemos que se solventan siempre a través de la solidaridad”.
Ayudar en lo que puedan es lo que hace cualquier veterinario cuando se presentan casos complicados. “Hay de todo y uno como profesional se da cuenta de la persona que realmente no puede abonar un tratamiento y siempre se habla según el caso”, cuenta Ariel Flores, del Hospital Veterinario del Sur.
Cada entidad que se dedica a los animales cuenta con ese veterinario de confianza que puede estar allí para dar una mano cuando se lo necesita. Así es el caso de la Guardería Mundo Canino de Temperley, entidad que cuenta con la ayuda de la médica veterinaria Débora Viglione: “Para nosotros contar con ella es fundamental porque ante cualquier inquietud podemos mandarle la consulta por mensaje y siempre nos contesta”, explica Joaquín Arancedo, responsable de la guardería.
APORTES FUNDAMENTALES. Gracias a su ayuda también la guardería cuenta con un botiquín de primeros auxilios que fue supervisado por la profesional: “Ella nos fue dando recomendaciones de lo básico que debíamos tener en la guardería y hoy es de gran ayuda porque nos puede decir qué medicación administrar porque sabe que contamos con ella”, resume Joaquín, quien también resaltó que lo mejor es hacer la consulta ante una duda aunque parezca mínima y hasta tonta. “Lo importante para nosotros es que no se desarrolle un problema más grave que luego sea difícil de solucionar”, señala.
En tanto, Viglione dijo que ayudar es una de las tareas que más le gustan de su profesión.
“No tengo problema en contestar las consultas. Me gusta colaborar, creo que es parte de este oficio. He trabajado en campañas de zoonosis para concientizar sobre la castración de animales en Esteban Echeverría y cuando puedo lo hago”, cuenta la profesional que además resalta que los que menos trabajo les da son justamente “las personas que trabajan con los animales porque son los más informados y los que menos problemas tienen”.
MÁS ALLÁ DE LA MEDICINA. Jesús Bianchi es veterinario hace siete año y aunque ya tiene su veterinaria no deja de ejercer siempre una ayuda extra a sus pacientes y sobre todo a los dueños de las mascotas.
“Trabajo con distintas agrupaciones que rescatan animales y siempre se trata de cobrar menos las cirugías, no cobrar consultas y dar una mano en lo que se pueda”, cuenta el profesional. Y agrega: “Me interesa el tema de la conducta el animal que es algo que no está dentro de la currícula de la carrera de veterinaria y es un aspecto fundamental para los animales”.
Poder entender la conducta de un animal o saber el por qué una perro es agresivo es una de las problemáticas que existen hoy y en las que se interesa el médico Bianchi: “Un perro que rompe todo lo que está a su alcance no lo hace porque sí. Atarlo, dejarlos solo todo el día o dar al animal en adopción no es la solución. Por eso, desde mi lugar siempre intento dar los mejores tips de conducta para que la gente se involucre en comprender a su mascota”.
Jesús trabaja junto al adiestrador de Lomas Javier Lanzafame cuando se encuentra con casos que no puede manejar. Además Lanzafame tiene una guardería canina en que el rol del veterinario es fundamental y así lo resume.
“Para una guardería tener un vete de confianza te da mucha tranquilidad ya que al tener a cargo muchos perros siempre se corre el riesgo que suceda algo con alguno de ellos”, dice el adiestrador de la zona. Los perros en manada pueden lastimarse hasta jugando entre ellos: “Mi veterinario aparte de ser muy buen profesional y buena persona, además ama a los animales e intenta perfeccionarse siempre para dar lo mejor de sí mismo”.
ELEGIR LA PROFESIÓN. La mayoría de los veterinarios aseguraron que eligieron curar a los animales porque es una manera de ayudarlos. “Siempre quise ser veterinario. Para mí lo más gratificante es dar con el tratamiento adecuado y ver al paciente curado porque es muy difícil trabajar con un ser que no te puede decir donde le duele”, resalta Jesús Bianchi.
Por su parte, Débora Viglione recuerda que su vocación apareció cuando ella era muy chica: “Mi abuela me inculcó la pasión por los caballos y yo elegí esto para poder dedicarme a ellos, aunque el mercado es más chico. Pero nunca pensé en hacer otra cosa”.
El caso del veterinario Ariel Flores se dio porque de adolescente sufrió la pérdida de un perro y nadie le supo decir el motivo de su deceso: “Para mí fue una situación fuerte que me llevó a estudiar veterinaria y dar con el diagnóstico correcto. Gracias a ello hoy mi objetivo es salvar a los animales y poder ser claro con los dueños de mis pacientes respecto al diagnóstico”.
Cada uno guarda una historia particular en lo más profundo de su corazón, pero lo que a todos los une es poder salvar a las masco