La Masacre de Pasco, antesala de la última dictadura militar

Ocho militantes fueron secuestrados y fusilados por un comando de la Triple A. Su recuerdo sigue vigente en familiares y vecinos del barrio.

El 21 de marzo de 1975, la organización parapolicial de ultraderecha conocida como la Triple A secuestró y fusiló a ocho militantes cuyos cuerpos luego fueron dinamitados en un baldío de José Mármol.

El hecho pasó a la historia como La Masacre de Pasco y se transformó en el preludio de lo que se viviría durante la última dictadura militar. La metodología era siempre la misma: los comandos entraban a la fuerza en los hogares pateando la puerta o rompiendo todo lo que tuvieran a su alcance, y detenían a los buscados.

Al mismo tiempo, rastreaban papeles o cualquier otra cosa que pudiera involucrar a otros militantes, mientras el resto de la patota se encargaba de amenazar a todos los testigos para que no dijeran nada. Los integrantes cubrían sus rostros con máscaras o capuchas negras; y los autos en los cuales se desplazaban llevaban balizas sobre el techo, al igual que los utilizados por la Policía.

Si bien la mayoría de los secuestrados eran militantes de la Juventud Peronista que cumplían actividades políticas y trabajos sociales en los barrios, sólo Héctor Lencina tenía un cargo institucional como concejal de Lomas de Zamora por el bloque de la JP, junto con César Dolinsky y Hugo Sandoval, quienes al poco tiempo de ese golpe tuvieron que exiliarse.

Las otras víctimas fueron Héctor Flores, Nelson Benítez, Pablo Gómez, Gladys Martínez, Rubén Maguna, Eduardo Díaz y Alfredo Díaz. El único sobreviviente fue Omar Caferata, quien no estaba en su casa durante el operativo. El recuerdo de los ocho militantes sigue vigente en cada uno de los familiares y vecinos, que todos los años se juntan en la plazoleta ubicada en Pasco al 4600 para rendirles un sentido homenaje.

“No eran unos locos sueltos ni unos aventureros extremistas, sino que eran gente comprometida y que día a día peleaba por reivindicaciones concretas como la salita de la calle Montero, la luz, el asfalto y lo llevaban adelante a través de un proyecto político por el cual entregaron su vida. Estuvieron a la altura de las circunstancias”, expresó Alejandro Lencina, hijo de Héctor.

En 2004, en la plaza se realizó el recordado Festival por la Vida con la presencia de Teresa Parodi, quien se subió a un escenario para cantar clásicos como “Aún caminan conmigo”, “La canción es urgente”, “Nunca más”, “Pedro Canoero”, “La Celedonia Batista” y “Te recuerdo Amanda”.

Este año, la artista lomense Victoria Guggiari creó un mural en la escalinata donde se encuentra el monumento que recuerda a los caídos del 21 de marzo de 1975. Mientras que el solista Sergio Godoy, oriundo de San José, también acompañó con su música durante el acto en el que se conmemoraron los 42 años de la masa