El partido entre Honduras y Australia será custodiado por 1.200 policías

El estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, donde el próximo viernes los seleccionados de Honduras y Australia jugarán el partido de ida por el repechaje para la Copa del Mundo de Rusia 2018, estará custodiado por 1.200 policías.

El cotejo se jugará desde las 19 de Argentina entre el cuarto del hexagonal de la Concacaf y el quinto de la eliminatoria asiática.

El estadio, con capacidad para 40.000 aficionados, está rodeado por serpentinas de púas y queda a la orilla de un cañaveral de más de 5.000 hectáreas, en una zona que estaba plagada de bandas de delincuentes, reseñó el diario La Tribuna.

Desde hace cuatro años, cuatro batallones -con 500 efectivos cada uno- de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) tomaron el predio, lo rodearon con un cerco de alambres e instalaron su campamento.

A la hora del partido el estadio estará controlado con ocho anillos de seguridad de 1.200 policías y militares, dentro y fuera, que tendrán hasta drones.

Todos los efectivos estarán equipados con radiocomunicadores, auxiliados por cámaras de vídeos y conectados a un comando central, dispositivo que ya funcionó cuando en San Pedro Sula fueron visitantes Estados Unidos, Costa Rica y México en el hexagonal de Concacaf.

Tras la calificación de Australia al repechaje, estalló como una bomba en Sidney la noticia de que sus jugadores llegarían a la capital de los asesinatos en Honduras.

Hace cinco años San Pedro Sula fue bautizada por una ONG mexicana como la segunda ciudad más violenta de América Latina, después de la mexicana Ciudad Juárez, un feudo de los poderosos carteles de narcotraficantes, citó el periód