Me quedo con los clásicos
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Si bien la sociedad me considera la Generación Y -personas que nacieron entre 1980 y 2000-, yo me siento con un alma más antigua. Hay ciertas características de mi generación que me apasionan: la moda de los ‘90, la música, las telenovelas, como “Muñeca Brava” o “Verano del '98”, los juegos de mesa, los VHS, entre otras cosas. Pero, en cuanto a literatura, mi pasión comenzó antes de que yo naciera, como si el destino me hubiese asignado este frenesí muchos antes de que mis padres se conocieran. Empecé a incubar el delirio por las letras a mediados del 1800, cuando el periodista y escritor Edgar Allan Poe le dio vida a su gran poema “El Cuervo”. Este texto lo catapultó a su fama internacional, con el objetivo de que pudiese gustar tanto a las clases populares como a las personas de gusto más refinado. El poeta nació en 1809 en Boston, Massachusetts, y fue el renovador de la novela gótica, recordado, especialmente, por sus cuentos de terror. Murió el 7 de octubre de 1849, en la ciudad de Baltimore, en Maryland, cuando contaba apenas 40 años de edad. La causa exacta de su muerte nunca fue aclarada, como si hubiese salido de un clásico cuento suyo. Entre otros de los autores más destacados, se encuentra uno que marcó la historia de la literatura universal y no conozco a nadie de 30 años para abajo que le apasione tanto como a mí. Cada vez que nombro a William Shakespeare en público, suelen poner cara rara, como si les estuviese hablando de algo arcaico. Por supuesto que data de muchas décadas atrás, el dramaturgo, poeta y actor inglés nació en 1564 y falleció en 1616. Pero aún hoy es considerado el escritor más importante de lengua inglesa y uno de los grandes referentes a nivel global. “Hamlet” es una obra maestra, y cómo no mencionar a “Romeo y Julieta”, una tragedia romántica, que le hace culto al amor prohibido y fue llevada al cine y al teatro varias veces. De todos modos, no hace falta irse muy lejos para disfrutar de grandes autores. Existió, alguna vez, un escritor argentino considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo: Julio Cortázar. Maestro del relato corto y la prosa poética, creó importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano. Cómo no leer “Rayuela”, libro que revolucionó la forma de contar una historia. Además, sus frases, profundas y originales, tienen impacto en la vida real. “Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”, escribió Cortázar en sus páginas en 1963. ■