Rita, la “Diosa del amor”

Rita Hayworth es uno de los grandes mitos de la industria del cine del siglo XX, incluso más allá de “Gilda”, uno de sus films emblemáticos.

Antes de esa película, estrenada en 1946, la actriz ya había filmado más de dos tercios de su filmografía, mucho de eso había contribuido en posicionarla en el estereotipo de belleza exótica y latina, en especial por los genes de su padre español.

A propósito de cumplirse el centenario de su natalicio, este 17 de octubre, se editó “El universo de Rita Hayworth” (Notorius Ediciones), un volumen enciclopédico e ilustrado, en el que una veintena de autores analizan la trayectoria de la actriz, película a película, y las claves de su vida.

Rita fue una de las mayores estrellas de Hollywood y una de las mujeres más bellas y fascinantes de la historia, dentro y fuera del cine.

Entre otros claroscuros, el libro cuenta que fue explotada por su padre desde niña. Él apreció su talento natural, por lo que empezó su carrera como bailarina junto a él con su nombre real, Rita Cansino (tanto Marga como Rita son los diminutivos habituales de Margarita), a los 13 años.

Además, la obligaba a fingir que era su mujer y no su hija, no sólo en la pista de baile, ya que se hizo público que la sometía a abusos sexuales. Esta gran diva estuvo casada en cinco ocasiones, Orson Welles y el príncipe Alí Khan se contaron entre sus maridos, mientras que de estas relaciones nacieron Rebeca Welles y Yasmine Aga Khan.

Rita vivió una vida desgraciada, pero también pletórica de triunfos. Fue la primera actriz de Hollywood en convertirse en princesa y fue nombrada por la revista Life “Diosa del amor” antes de que el Alzheimer la transformara prematuramente en uno de los juguetes rotos del cine.

Una aún adolescente Rita Cansino -su nombre original era Margarita Carmen Cansino-, morena y con la raya al medio, exhibía sus dotes como bailarina en los primeros títulos de su carrera, como “Under the Pampas Mon” (1935), “Charlie Chan in Egypt” o “Human Cargo” (1936).

Su primer marido, Edward Judson, con quien se casó con sólo 18 años, se encargó de su primer cambio de imagen, incluido un doloroso proceso de electrólisis para modificar el lugar de nacimiento de su cuero cabelludo.

Este sujeto hizo todo lo posible para convertirla en una estrella, pero también la arruinó cuando ella pidió el divorcio.

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