No hubo milagro, y el festejo fue de los All Blacks

El seleccionado de Nueva Zelanda, los All Blacks, vencieron en Buenos Aires a su similar de Argentina, Los Pumas, por 35-17 y se quedaron con el título del Rugby Championship, a falta de una fecha para su finalización. El partido se disputó en un colmado estadio José Amalfitani, del barrio de Liniers, y contó con el arbitraje del francés Mathieu Raynal.

Nicolás Sánchez, con un penal, inauguró el marcador a los cinco minutos para el delirio del público Albiceleste. Pero, la alegría duró 120 segundos, hasta que Riko Ioane apoyó el primer try de los neozelandeses. A partir de ahí, la visita se hizo dueña de las acciones del partido, ante un voluntarioso equipo argentino que se vio superado en sus líneas.

Waisake Naholo y otra vez Ioane, a los 17 y 31 minutos, apoyaron en el ingoal argentino. Así, los All Blacks se fueron al descanso 21-3, por las conversiones de Scott Barrett.

El complemento arrancó peleado y hablado. Hubo jugadas fuertes y discusiones de ambos lados. Cuando todo volvió a la calma, Patrick Tuipulotu marcó el cuarto try visitante, que contó con la conversión del infalible Barrett, sobre 14 minutos.

Perdido por pedido, Los Pumas se volcaron en campo rival. Con más garra y empuje que buen juego, sacando esa fortaleza interior capaz de nivelar las diferencias técnicas entre ambos. Y llegó el primer try, de Tomás Cubelli (previa revisión del árbitro) a los 18 minutos. Y otro de Emiliano Boffelli, llegando a la media hora, ambos convertidos por Nicolás Sánchez.

El Amalfitani era un heridero. Como nunca empujó a los argentinos. Hasta que una corrida de Anton Lienert-Brown, tras una gran asistencia de Mo’unga (que convirtió), sentenció el match y todo fue festejo neozelandés.

El próximo 6 de octubre, Los Pumas cerrarán su participación ante los Wallabies australianos, en la provincia de Salta.

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