La historia de amor de Pepe Mujica y Lucía Topolansky
Mundos personales. Un documental cuenta detalles poco conocidos de la intimidad del fallecido expresidente de Uruguay y su compañera de vida.
El 13 de mayo de este año fallecía José "Pepe" Mujica, expresidente de Uruguay y un líder político que trascendió las fronteras de su propio país. Al margen de su vida pública, mantuvo una relación de más cuatro décadas con Lucía Topolansky, su compañera de militancia y de vida.
Esta historia se convirtió en el hilo conductor de "Un amor compañero", un documental basado en entrevistas inéditas a sus protagonistas y complementado con un libro homónimo.
A pesar de antes de que él fuera presidente y ella, más tarde, vicepresidenta, contaron detalles que se conocieron "en la militancia" luchando dentro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, cuándo se mudaron juntos y por qué no tuvieron hijos, nunca quisieron hablar demasiado del tema.
Entonces cuando el camarógrafo y dirigente de la Asociación de la Prensa Uruguaya Rody Olivera tuvo la idea de hacer una entrevista en profundidad sobre las vida privada de ambos con miras a un documental, se topó con un Mujica abierto a la idea, pero que le aclaró que tendría que "convencer a la vieja".
Topolansky le dijo que ella "de la intimidad no hablaba" y fue recién después de charlar más a fondo de la idea que, para sorpresa de su esposo, terminó aceptando. Olivera emprendió así la dirección del proyecto que, filmado en 2024, que se estrena esta semana en Montevideo.
Las entrevistas las hizo el periodista Álvaro Pan Cruz, quien dice que algo que sorprende de su relación es que prosperó pese al corte de más de una década forzado por el encarcelamiento de ambos hasta su liberación al concluir la dictadura, en 1985.
Si bien, sobre todo al comienzo de una cárcel que para Mujica -uno de los "nueve rehenes"- pronto se convirtió en una rotación por inhóspitos calabozos, se escribieron cartas y ella recibió una, la mayoría no llegaron a destino y, como pasaban por censores, no se podía expresar mucho en ellas.
"Tengo que agradecerle a la vida haberla encontrado", dijo sobre su compañera, ya enfermo, el expresidente, al que Topolansky acompañó hasta su último día en la chacra en la que convivieron por cuatro décadas.
Con esta y otras frases, como la de que el amor en la vejez no es una "hoguera" sino "una dulce costumbre", el exmandatario dejó entrever más de una vez una faceta cariñosa que, no obstante, reservó más para una intimidad que no pudo escapar del todo de la exposición mediática constante que su fama global atrajo.
Según Pan Cruz, uno de los puntos sensibles de la historia de la pareja que se casó en 2005, según Topolansky, más que nada "por los papeles", era el de "los hijos que no tuvieron"; pero, revela, incluso sobre algo doloroso cómo eso les dejó una enseñanza.
"Demostraron, y en los hechos, no solo con las palabras que expresaron en la entrevista, que tuvieron una fortaleza individual y de pareja para afrontar los temas que podrían ser más dolorosos con absoluta naturalidad y eso es parte de ese aprendizaje que uno hace viendo el documental o leyendo el libro", afirma.