De Portela a Grigera, quiénes son los "padres" de Lomas  

HISTORIA LOCAL. Los fundadores no solo buscaron autonomía política, sino que también imaginaron un lugar con identidad propia, con instituciones, con historia. 

El 10 de septiembre de 1861 se concretó la tan anhelada autonomía

El 10 de septiembre de 1861 se concretó la tan anhelada autonomía.

Hace unos días celebramos el Día del Padre, una fecha que siempre invita a reflexionar, a agradecer y a compartir con los nuestros. Para muchos, es una oportunidad de pasar tiempo con sus viejos; para otros, como en mi caso, se transforma en una jornada más íntima, de recuerdo.

Hace años que el mío ya no está, pero lo evoco con una sonrisa, tratando de honrar su memoria criando a mis hijos con los valores que él me dejó. Creo que no hay mejor forma de rendirle tributo. Y en ese mismo espíritu, me pareció un buen momento para hablar de los "padres" de nuestra ciudad: los fundadores de Lomas de Zamora. 

A comienzos de la década de 1860, cuatro figuras clave de la zona -Anacarsis Lanús, Esteban Adrogué, Francisco Portela y Victorio Grigera- presentaron al entonces gobernador de Buenos Aires, el general Bartolomé Mitre, un proyecto para que Lomas pudiera independizarse del partido al que pertenecía. En ese momento, el territorio formaba parte de Barracas al Sud. Mitre aprobó la iniciativa y el 10 de septiembre de 1861 se concretó la tan anhelada autonomía: nacía así el partido de Lomas de Zamora, conocido en sus inicios como Ciudad de la Paz. 

Originalmente, el distrito abarcaba un área mucho mayor que la actual. En febrero de 1865 se fijaron sus límites, que incluían tierras que hoy forman parte de localidades vecinas como Monte Grande y Remedios de Escalada. La fundación del partido vino acompañada por otro hecho clave para la identidad de la zona: el comienzo de la construcción de su iglesia más emblemática, la Catedral Nuestra Señora de la Paz. Fue en octubre de 1860 cuando Portela impulsó la iniciativa y se colocó la piedra fundacional en una chacra de propiedad de Grigera. 

Adrogué también formó parte del proyecto. Además de ser uno de los impulsores del desarrollo urbano en la región, encargó personalmente la imagen de la Virgen que presidiría el templo. La obra, conocida como la

Madonna de la silla, fue realizada en Barcelona por un artista catalán y tuvo un valor de 25.000 pesos de entonces. Durante dos años, la imagen esperó en la sacristía de la iglesia de San Miguel Arcángel, en la Ciudad de Buenos Aires, hasta que la catedral estuvo en condiciones de recibirla. Su inauguración oficial tuvo lugar el 22 de enero de 1865, aunque los trabajos de construcción continuaron durante varias décadas más y se completaron recién en 1900. 

Los fundadores de Lomas no solo buscaron autonomía política, sino que también imaginaron un lugar con identidad propia, con instituciones, con historia. Y eso, sin duda, merece ser recordado. ¡Hasta la semana que viene, amigos de La Unión!

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