Escribió un relato sobre la plaza de Turdera y lo leerá en la reinauguración

ORGULLO Y EMOCIÓN. El vecino Federico Guerra vivió toda su vida a metros del espacio público y mañana, en la reapertura del lugar, compartirá un texto que habla sobre su infancia.

La reinauguración de la Plaza San Martín ser mañana a partir de las 15

La reinauguración de la Plaza San Martín será mañana a partir de las 15.

El historiador y periodista lomense Federico Guerra fue invitado este sábado a las 15 a la reinauguración de la Plaza General San Martín de Turdera para leer un breve relato de su autoría en donde rememora grandes momentos de su niñez y de la infancia de su hija en el espacio público que es como "el patio de mi casa".

En una charla con el Diario La Unión, Federico se mostró visiblemente emocionado por la posibilidad de asistir a la reinauguración de la Plaza General San Martín de Turdera (ubicada entre las calles Suipacha, Padre Bruno, Agüero y Zapiola), que fue puesta en valor recientemente por el Municipio de Lomas.

Allí, ante decenas de vecinos, Federico tendrá la posibilidad de leer "Las vueltas de la niñez", un texto propio que creó con la mente y el corazón como estandartes (perteneciente a su libro "Mañana es tarde"): en algunos párrafos, el vecino lomense vincula su infancia y la de sus hijos con la calesita ubicada en la plaza y el espacio público en sí que sigue siendo fundamental en sus vidas.

"Los 46 años de mi vida los viví a metros de la plaza, por lo que prácticamente es el patio de mi casa. No solamente la disfruté como niño, sino que también lo sigo haciendo en el rol de padre viendo cómo mis hijos gozan del lugar. La plaza es muy emblemática para la actual ciudad porque nació de la mano con Turdera, en 1910: desde ese momento, esta manzana siempre fue un espacio público", le contó Guerra a este medio, con orgullo por dejar una huella en su ciudad natal.

Los 46 años de mi vida los viví a metros de la plaza, por lo que prácticamente es el patio de mi casa. No solamente la disfruté como niño, sino que también lo sigo haciendo en el rol de padre viendo cómo mis hijos gozan del lugar. La plaza es muy emblemática para la actual ciudad porque nació de la mano con Turdera, en 1910: desde ese momento, esta manzana siempre fue un espacio público

La directora del Centro de Gestión Municipal de Turdera, Rocío Caballero, se sumó a la charla y agregó: "Este acontecimiento será muy importante para todos los vecinos e instituciones. La reinauguración está pensada para que personas de todas las edades puedan seguir disfrutando de la plaza que contará con un anfiteatro, juegos y canchas renovadas, un sector aeróbico e iluminación adecuada".

Durante la reinauguración de la Plaza San Martín de Turdera, los vecinos podrán disfrutar de shows de música, ballets folklóricos, poesía, una muestra fotográfica y una merienda. También estarán presentes artesanos de la zona, que vuelven a la plaza con su tradicional feria compuesta por 50 puestos de distintos rubros. Además, las instituciones educativas recibirán la bandera de Turdera diseñada por la vecina Sasha Spagna.

"Las vueltas de la niñez", por Federico Guerra

"A rodar mi vida", dice la canción de Fito. Era eso lo que hacíamos cuando éramos chiquitos. Cuando empezábamos a asomarnos al mundo desde umbrales de lo desconocido. Yo me sentaba en el helicóptero, me acuerdo, pero estaba el tanque de guerra, el caballito que subía y bajaba, el banco de plaza, la jirafa y las canciones infantiles de siempre. Mi mamá me cuenta que me llevaba, pochochos Jocesito mediante, a la calesita de la plaza San Martín de Turdera, que a partir de hoy luce más linda.

Luego me tocó a mí como papá llevarla a Emma Celeste. Esos carruseles como cilindros que giran y, cual calidoscopio, me llevan a ver recuerdos en diferentes formas. Tengo muchos. Otros se fueron forjando cuando la veía a ella sentirse dueña de su pequeño mundo en esa aventura sin precedentes con el calisetero dueño de esa "Suerte de la sortija" para dar una vuelta más y más… 

Es que la vida es como esa calesita. Gira. Nos llena de diversión. Nos hace vivir momentos de acción en busca de esa llave metálica. Y en escritos como estos nos regala una sortija y nos deja dar una vuelta más por la nostalgia, por la niñez y aquello vivido y por vivir en la remodelada plaza de Turdera.