Una escultura de Mafalda llegó a Madrid en homenaje a Quino
Orgullo argentino. Fue inaugurada en la capital española frente a un centro cultural con la presencia del sobrino del genial humorista gráfico.
Mafalda cumplió 60 años y además tiene una escultura delante de la Casa del Lector del centro cultural Matadero de Madrid, ciudad donde Quino, su creador, "fue feliz", como recordó en la inauguración de la obra su sobrino, Guille Lavado, recoge la agencia EFE.
Sentada en un banco de madera municipal, e imaginada con un vestido rojo por el escultor argentino Pablo Irrgang, la escultura de 80 centímetros de alto y 20 kilos fue donada al Ayuntamiento de Madrid por la editorial Lumen (propiedad ahora de Penguin Random House), que la publica en España desde 1970, seis años después de su primera aparición en la revista argentina Primera Plana.
Joaquín Salvador Lavado, verdadero nombre de Quino, pasó los inviernos en un apartamento de la calle Don Ramón de la Cruz de la capital española durante los últimos años de su vida, y allí hacía una vida de barrio.
"Mafalda ha suscitado simpatías transversales sin importar las tendencias políticas. Siempre ha tenido una mirada crítica en el otro, pero haciéndose cargo de toda la bondad y miseria de los seres humanos", dijo su sobrino, quien inspiró el personaje de Guille, el hermanito de Mafalda.
El escultor Pablo Irrgang fue el elegido por Quino para hacer las esculturas callejeras de Mafalda, de las que hay doce en el mundo, una de ellas en Oviedo (norte de España). "Yo soy el plomo que la acompaña cuando viaja por el mundo, su humilde retratista", bromeó el artista. En Buenos Aires, la escultura está en las inmediaciones del edificio donde residió Quino, en el barrio de San Telmo.