Leonardo Sbaraglia se pone en la piel de José de Zer en una película
Luz, cámara, acción. El versátil actor interpreta al recordado periodista de Nuevediario en "El hombre que amaba los platos voladores", bajo la lente de Diego Lerman.
Diego Lerman compite por tercera vez en la sección oficial del Festival de San Sebastián con "El hombre que amaba los platos voladores", donde Leonardo Sbaraglia se pone en la piel del recordado periodista José de Zer.
Participan, además de Sbaraglia, Sergio Prina, Osmar Núñez, Guillermo Pfening, María Merlino, Mónica Ayos, Norman Briski, Eva Bianco, Daniel Aráoz y Renata Lerman, la hija del director que ganó la Concha de Plata del festival a "mejor actriz de reparto" por "El suplente", en 2022.
La trama de "El hombre que amaba los platos voladores", prevista para estrenarse antes de fin de año, remite a un suceso específico en 1986, que se vio en Nuevediario, el exitoso noticiero de Canal 9.
El periodista, acompañado de su camarógrafo conocido como Chango, viajó a La Candelaria, en Córdoba, para investigar un presunto avistamiento de objetos no identificados. Encontraron únicamente un pastizal quemado en medio de los cerros, pero De Zer convirtió esta mínima pista en un fenómeno mediático.
Uno de los momentos más icónicos de su carrera llegó cuando un vidente de La Plata envió dos fotografías a la redacción de Nuevediario.
En una de las imágenes, se veía a un gnomo adentrándose en un pozo, mientras que en la otra, un gnomo asomaba su barba entre unos pastizales.
El vidente afirmaba haber capturado las imágenes gracias a su péndulo mientras caminaba por una casa abandonada en el barrio Aeropuerto. Además, aseguró que los gnomos amaban los flashes y que su cámara pocket se había disparado dos veces.
Junto con su inseparable compañero Chango, De Zer decidió investigar el caso trasladándose al lugar mencionado por el vidente.
Durante cinco noches, se alojaron en la casa abandonada con la esperanza de obtener imágenes de los supuestos gnomos. En la primera noche, el vidente se cayó en el pozo, alegando que una "fuerza maligna" lo devoraba.
Para añadir dramatismo a la situación, el equipo de compaginación del noticiero insertó voces en off que simulaban a los gnomos jurando que atraparían a quienes los invadieran.
Su trabajo ayudó a consolidar la audiencia de Nuevediario y también transformó al Cerro Uritorco y Capilla del Monte en verdaderos centros de turismo paranormal.