El lomense que hace más de 36 años arregla Volkswagen Escarabajos y Kombi

En el mundo de los autos, se sabe, el amor por los "fierros" es infinito. Y Pedro Rizzi, un vecino de Llavallol que dedicó su vida a la reparación de coches, es el fiel reflejo de eso. Desde 1988 tiene su propio taller mecánico, pero con características únicas que lo hacen especial. Se distingue de otros porque al ingresar, solamente se verán dos tipos de vehículos de una misma marca, distintos, pero iguales en su mecánica al abrir el capót: Volkswagen Escarabajos y camionetas Kombi. 

El famoso Volkswagen Sedán fue creado en Alemania, en 1934. Su popularidad lo precedió, según el país adoptó distintos nombres y apodos, en Brasil lo llamaron Fusca, al igual que en México donde también fue conocido como Vocho; en Colombia Pulga, entre otros. En Argentina es, simplemente, Escarabajo. Una cuestión similar ocurrió con la Kombi, nacida en los años 50, esta camioneta, sea por la cantidad de modelos vendidos, por su diseño o por sus siete décadas de vida, logró una reconocida reputación. 

Pedro Rizzi abrió las puertas de su taller al Diario La Unión para contar sobre su pasión y el tiempo que le dedica a mantener a estos "simpáticos" vehículos de diseño peculiar que pertenecen a distintos clientes que aún los eligen frente a los autos de tecnología avanzada.

"La gente me conoce como 'Mecánica Rizzi', me encargo de la mecánica completa de los VW Escarabajo y Kombi, estoy acá desde el año 1988. La particularidad que tienen estos autos es que tienen motores tipo bóxer refrigerados con aire, son muy simples y también seguros. En términos mecánicos, son prácticamente iguales, cambian en el diseño", señaló. 

Su dedicación puntual se dio de manera instantánea, como se da un amor a primera vista. "En mi caso, ya era mecánico de marcas en general, y las vueltas de la vida hizo que una persona me trajera un Escarabajo. Tienen sus vueltas, pero además de gustarme estos autos, los arreglo porque es algo más exclusivos y no los arreglan muchas personas", reseñó Pedro Rizzi.

Sin embargo, admitió que su vínculo con la mecánica nació del ver a su padre, que se dedicaba al rubro textil, cuando arreglaba su vehículo. "Mi viejo tenía un taller de costura, no tenía nada que ver. Pero le gustaba arreglar su auto, y yo de chico lo ayudaba. Me empezó a gustar, y a los 13 comencé en un taller. Desde ese momento, me encantaron siempre los 'fierros'", expresó.

"LO APURADO, SALE MAL"

Una de las anécdotas que este vecino guarda en su memoria es cuando armó una caja de cambios de velocidad de una Kombi de manera incorrecta.

"Las cajas son medias complicadas, y la corona -un elemento de esta pieza mecánica- se puede poner de dos formas, pero la correcta es una. Si es puesto al revés, va a andar igual, pero los cambios son cuatro hacia atrás y uno adelante. Un día estaba armando una a las 11 de la noche, y en el apuro la armé al revés. Después de colocarla, cuando encendí la Kombi, era la 1 am y tuve desarmar todo de vuelta, me quería matar", rememoró entre risas. 

En la actualidad, Pedro Rizzi tiene un Volkswagen Escarabajo, de 1960, al que le dedica el tiempo de restauración que puede, debido a la cantidad de trabajos que debe realizar. "Tengo un Escarabajo alemán del '60. Tuve varias Kombi, pero también compro y vendo. Me gusta el diseño que tienen y lo noble que son estos tipos de modelos", explicó. 

El mecánico de Lavallol destacó que el mantenimiento de estos modelos es clave. "Calculá que tenés un auto de tantos años que anda perfecto y es seguro. Depende del mantenimiento que se le haga, como el cambio de aceite, que no se resequen las mangueras… Las Kombi, se habían hecho famosas porque se prendían fuego, pero eso ocurría porque los dueños no le hacían nada, si tenés una misma manguera hace cuatro años es lógico que se va a pudrir, perder nafta y después incendiarse", afirmó.

Por último, Pedro Rizzi admitió que, si le dan a elegir entre un Escarabajo o una Kombi, escoge ambos modelos. En términos de cotidianidad se inclina por el Sedán. Mientras que, a la hora de hablar de viajes, se sube a la camioneta.

"Elijo a ambos. Las Kombi alemanas son mejores en algunos aspectos, pero en el país hay pocas y son muy caras. Me quedaría con un Escarabajo, porque puedo usarlo para todos los días, con la Kombi podés viajar, vas a ir lento, pero vas lo vas hacer. En mi caso hice varios a Córdoba, Mendoza, a la Costa. Siempre te saludan y está orgulloso del auto que tiene, más si lo tiene bien cuidado. Te paran para sacarse fotos", concluyó.