Tiene 17 años y arma su primer auto con piezas que hay en su casa
ORGULLO LOCAL. Heredó la pasión por los autos de su padre, quien construye y modifica autos. Estudia en la Escuela Técnica Secundaria N°5 y éste es su primer proyecto.
La pasión es un sentimiento vehemente que se trasmite. Y esto es algo que Ezequiel Paoli tiene claro y, a sus 17 años, lo plasma en su primer auto. Su padre, Emilio, un constructor de Banfield que armó su propia Chevrolet SS, de 1971, también heredó este amor por los "fierros" de su papá Roberto, extrabajador de la planta extinta de General Motors en Barracas.
El joven de Banfield, le contó al Diario La Unión lo que significa construir su primer auto. Se trata de un Ford A de la década del 20 convertido en Rat-Rot, un estilo de personalizar un coche con una desgastada e inacabada apariencia generalmente hecho de piezas que, en este caso, Ezequiel encontró en el taller de su padre.
"El Ford A es mi primer proyecto y con el que estoy aprendiendo". Nació porque mi viejo tuvo la oportunidad de comprar un Ford Taunus y consiguió un modelo 'A' que lo comencé a armar yo, así es como se convirtió en mi primer auto. La idea no fue comprar ambos y hacerlo, sino algo que ocurrió de un día para el otro", reveló.
Si bien le falta para que pueda circular en la calle, el joven no oculta lo que le produce al observarlo. "Verlo en la calle me hace sentir una adrenalina y pasión por el auto. Lo que más me gusta es que parece un autito de carreras y dinámico. Todavía no lo pude manejar porque todavía no anda, le faltan algunos detalles como el piso y el freno. Pero sentarse y prenderlo te saca del mundo, es una sonrisa de oreja a oreja", expresó.
El menor de los Paoli, que estudia la carrera automotores en la Escuela Técnica Secundaria N°5 explicó el motivo de este estilo de autos. "Por la edad que tengo no trabajo y un ingreso para hacer algo increíble. Nació con la idea de armarlo con lo que había en casa, cuando llegó el auto le empezamos a poner materiales que tenía. Por ejemplo, se armaron las llantas con las que encontré, no llegué a gastar 10.000 pesos", confesó.
Y agregó: "Lo armo con lo que tengo y vamos improvisando. Hice el modelo del auto en 3D, tengo una base y voy siguiendo eso con los materiales que tengo. Si debo comprar, ahorro y lo hago".
El proceso de armado del Ford A Rat-Rot
Para convertir este Ford A de antaño en un Rat-Rot, Ezequiel comenzó con la quita del chasis del auto original, le sacó los rastros de madera que tenían las puertas y cabina dejó solo la chapa. Una vez estaba eso, soldó el tren delantero del Taunus al chasis, después tomó las medidas de las "patas" de motor debido a que debían ir más atrás y se adaptó la cabina a la posición del motor.
Una vez terminado ese primer paso, se hizo el tren trasero en el que se colocaron amortiguadores con espiral de un Honda Civic. "Cuando terminamos el tren trasero hicimos las llantas ensanchadas para ponerle las cubiertas tipo NA carrera de Turismo Carretera que le quedaban muy bien. Después pusimos la cabina y la escuadramos, junto a esto colocamos los estribos que modifique a mi estilo más adelante para que queden mejor junto a la cabina", describió.
Después de esto se colocó, el banfileño precisó: "Colocamos el brazo de dirección y tomamos las medidas para que quede en el mismo lugar del Ford A original, aunque se cambió de lugar porque originalmente venía con volante a la derecha porque era muy incómodo".
"Lo siguiente en hacer fue adaptar el brazo de dirección a la nueva posición, alargando todo el sistema. Se colocó la pedalera en la misma posición que el Taunus con algunas modificaciones y se puso la bomba de freno sin servofreno porque era muy grande para el pequeño motor", detalló Ezequiel sobre las reformas que, hasta el momento, le hizo a su auto.
Además, contó que el último trabajo que le realizó a este Ford A fue "conectar el diferencial con la caja, una vez hecho todo a medida se desarmó entero y se revisó el embrague el cual estaba pegado, se pulió y se lo volvió a colocar".
Un sentimiento sobre ruedas
El menor de los Paoli manifestó que traza un paralelismo con los autos que construye su padre, y que el sentimiento es más genuino. "No lo miro como los autos de mi viejo, cuando lo hago digo 'este es mi auto'. Me siento adentro y siento otra comodidad, si se rompe algo me afecta distinto a como si fuera otra cosa", admitió.
Y agregó: "Lo principal es el colegio, pero si no tengo nada importante para hacer me meto en el auto. Antes jugaba a la computadora y ahora ya ni la uso. El día que más le dedico son los sábados, que es cuando lo tengo libre y más estoy en él".
Sobre su pasión que comparte con su familia, Ezequiel subrayó los coches "son una forma de escapar de la realidad, algo diferente". "Como hay una pasión por el fútbol, yo la tengo en los autos", subrayó.
En tanto, aclaró que, si debe elegir una marca elige a la marca del moño, pero que su preferencia "tuerca" está en los modelos ochentosos asiáticos. "En mi caso me inclino más por los autos japoneses. En ese sentido, me gustan los viejos como los Toyota o Nissan de los años '80. Uno que me gustaría que me gustaría tener en el futuro, del mismo modo que mi viejo tiene la coupé Chevrolet, es un Nissan Z200 o Toyota Célica", concluyó.