Turdera celebra 51 años: pequeña en tamaño, gigante en historia
ORGULLO EN LOMAS. El 30 de octubre de 1974 se declaró oficialmente como ciudad. A más de medio siglo de aquel hito, el barrio reafirma su identidad y su sentido de pertenencia.
Un día como hoy, pero de 1974, Turdera fue declarada como ciudad dentro del partido de Lomas de Zamora, tras la sanción de la Ley Provincial Nº8.327. Aquella zona que era conocida como Loma de las Hormigas, por estar a 25 metros sobre el nivel del mar, y luego como Villa Turdera fue creciendo a pasos agigantados hasta consolidarse como una comunidad con identidad propia, marcada por su historia ferroviaria, su vida cultural y el fuerte sentido de pertenencia de sus vecinos.
Si bien el reconocimiento oficial llegó en la década del '70, la historia de Turdera se remonta a varias décadas atrás ya que el 30 de enero de 1910 se colocó la piedra fundamental del templo Conversión de San Pablo, en un acto multitudinario que marcó simbólicamente el nacimiento de la entonces Villa Turdera: allí estuvieron autoridades provinciales y municipales, sumado a la presencia de las hermanas Eugenia e Inés Turdera, propietarias de aquellas tierras.
Si bien el reconocimiento oficial llegó en la década del '70, la historia de Turdera se remonta a varias décadas atrás ya que el 30 de enero de 1910 se colocó la piedra fundamental del templo Conversión de San Pablo, en un acto multitudinario que marcó simbólicamente el nacimiento de la entonces Villa Turdera.
El primer remate de tierras se realizó en 1908, consolidando los primeros pasos de la villa, mientras que el trazado urbano fue hecho por el constructor Rizziero Preti, el cual posteriormente fue aprobado por el Honorable Concejo Deliberante de Lomas (en junio de 1910). Según el arquitecto, historiador e investigador Luis Letizia, las hermanas Turdera cedieron tierras al Ferrocarril del Sud para la construcción de la estación y el galpón de cargas y encomiendas, junto con las vías de maniobra. La estación se conoció inicialmente como Kilómetro 19,448, y por un breve período como Carlos Lumb, en honor a un directivo del ferrocarril.


El progreso urbano vino acompañado de vida cultural y deportiva ya que se crearon instituciones emblemáticas para la zona: al ya mencionado Templo Conversión de San Pablo se le sumó, entre otros, el Teatro Colón de Turdera (inaugurado en 1913) y la cancha del Club Atlético Temperley, antes Centenario Football Club (en la esquina de San Lorenzo y Agüero).
Fue el propio Diario La Unión quien inmortalizó en sus páginas aquellos primeros pasos históricos, como el momento de la colocación de la piedra fundamental en 1910: "Los coches eran insuficientes, tal era la afluencia de personas que llegaban ansiosas de participar de aquel grato acontecimiento en aquellos silenciosos parajes". Unas décadas después, precisamente en 1933, este medio de comunicación anticipó que "Villa Turdera está llamada a grandes progresos".
Los coches eran insuficientes, tal era la afluencia de personas que llegaban ansiosas de participar de aquel grato acontecimiento en aquellos silenciosos parajes
"Hoy, Turdera es la más pequeña de las ciudades de Lomas de Zamora, pero mantiene un carácter propio construido sobre más de un siglo de historia ferroviaria, cultural y legislativa. Cada aniversario recuerda la evolución de un lugar que pasó del barro y las vías de hierro a la oficialidad provincial", resaltó el periodista, historiador y escritor local Federico Guerra, vecino de Turdera.
Hoy, Turdera es la más pequeña de las ciudades de Lomas de Zamora, pero mantiene un carácter propio construido sobre más de un siglo de historia ferroviaria, cultural y legislativa. Cada aniversario recuerda la evolución de un lugar que pasó del barro y las vías de hierro a la oficialidad provincial
La Ley Provincial N° 8.327 fue sancionada por el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires el 30 de octubre de 1974, siendo esta fecha la que se toma para recordar la transformación de Turdera como ciudad. A 51 años de aquel hecho, Turdera continúa escribiendo su propia historia, siendo pequeña en tamaño pero gigante en identidad y pertenencia.










