Es amante de Chevrolet y cumplió su sueño de construir su propia Chevy
AMOR POR EL CHIVO. El banfileño Emilio Paoli armó su propio auto como lo imaginó toda la vida. ¿Venderla? "No tiene precio", dice.
En el mundo de los motores, se sabe, la pasión por los "fierros" no tiene límites. Tampoco una edad, un punto, un quiebre a partir del cual alguien dice: "Acá empieza mi amor por los autos". No. Ese instante, simplemente, se da, ocurre. Y Emilio Paoli lo atravesó más o menos a los 12 años. Este vecino de Banfield que creció viendo el Chevrolet de su padre Roberto -trabajador de la planta extinta de General Motors en Barracas- empezó entonces, a partir de esa señal imperceptible, a darle forma a su sueño. Hasta que pudo cumplirlo: una "Chevy" Coupé SS modificada, de 1971. La construyó a su gusto, como la pensó siempre. Con un motor que parece escaparse y llantas que marcan huella en la calle. No hay forma de que este sueño, esta "Chevy", no se robe las miradas de quienes la ven pasar.
A Diario La Unión le reveló que "el auto fue un sueño hecho realidad", y avisó de antemano que ni se le cruza por la cabeza venderla porque "no tiene precio". "Y, como lo hice en el garage de mi casa, más no puedo pedir. Estoy más que feliz de verlo y ver qué a la gente le gusta. Desde los 12 años me gustan los autos, siempre los que tienen mucho motor, unas buenas ruedas atrás y bien agresivos, pero manteniendo las líneas originales", contó.
En ese sentido, Emilio, de 47 años, explicó que la idea de personalizar su auto nació a partir de las revistas de autos, en las que aparecían varios emblemas de la industria americana como Ford Mustang, Dodge Charguer; Chevrolet Camaro y también los Nova -nombre de la tercera generación del modelo fabricado entre 1969-1978 en Argentina. El cambio en el nombre se debe a la suspicacia que provoca en español el término "no va".
"Una vez vi en una revista estadounidense, de la que no me acuerdo el nombre, que había Camaros, Mustang, Charger, y una Chevy Nova con un motor súpercharge y me volvió loco. A partir de ahí siempre tuve Chevrolet. A parte mi papá laburó en la planta de General Motors, de Barracas, y tenía una 'Chevy'. Así que ya venía re cebado y quería armar una con un motor V8", señaló.
"Me puse en campaña y llegué a comprar el motor, después la 'Chevy'. Estaba bastante podrida y la empecé a armar a mí gusto hasta llegar a tenerla como yo quería: delicada por dentro y bien agresiva por fuera", confesó Emilio sobre cómo inició a construir su deseo.
Cómo es la Chevy SS Coupe Emilio Paoli
Esta Chevy SS Coupe, de 1971, no se parece en nada a su estado original. Por ese motivo, Emilio precisó que para convertirla en la bestia que es actualmente le hizo varios cambios, tanto exteriores, interiores, y sobre todo en el aspecto mecánico. Se trata de un trabajo que le llevó cuatro años: "Arranqué en el 2004, aproximadamente, y en el 2009 la tenía lista".
"Se modificó todo el tren trasero, se pusieron espirales barras de torsión diferencial y un autoblocante, llantas de 10 pulgadas x 15 de rodado en el tren delantero. También se achicaron 7 centímetros las parrillas de suspensión para que las ruedas queden embutidas y no sobresalgan del guardabarros", detalló.
El interior es la antítesis de lo que es el exterior, su color "blanco crema" es elegante. De este modo, Emilio logró crear lo que tanto quería el efecto de una auto agresivo por fuera, y delicado por dentro.
"En los años '70 salió una con un interior 'cremita' y me gustaba mucho. Incluso, mi primera 'Chevy' tenía el asiento trasero de ese color crema; así que lo hice todo en color marfil", confesó.
Respecto al motor, es uno de los componentes más sobresalientes de este auto. Sin abrirlo, desde el capó sobresale un carburador con tres filtros de aire llamados "mariposas", que airean todo el corazón motriz del "Chevy", que pasó de tener un 6 cilindros de 250 cm3 por uno de 8 cilindros en "V", de 383 cm3 de cilindrada.
"Se cambió el motor y se puso un V8 Chevrolet 383 con un supercharger o soplador. Las modificaciones siempre las hice yo solo. Es un cable a tierra", explicó Emilio.
Cuidado extremo para un auto extremo
Como todo "fierrero", Emilio contó que este auto recibe un trato "especial", y detalló: "Siempre se le hace algo, como revisar si hay alguna pérdida o algún buje o mejoras para que el uso sea confiable y cómodo".
Además, afirmó que en más de una ocasión fue víctima de alguna tormenta que lo puso en apuros. "Si, varias veces me agarró la lluvia y le ponía una bolsa en la toma para poder llegar a casa. No soy de castigarla, la uso más para salir y pasear", aclaró.
Los beneficios de tener un auto distinto
Este Chevrolet no pasa desapercibido, y tiene sus admiradores. Tal es así que, en varias ocasiones logró beneficios por ser el dueño, al punto de que se la hayan pedido para formar parte de distintos eventos ajenos al mundo de los motores.
"Pude entrar a eventos gratis con la familia, y me la pidieron cuando vino Megadeth a Argentina, cuando tocó en Tecnópolis. Esa noche me pidieron el auto para que toda la noche forme parte de un bar que los organizadores del show habían armado, junto a un par de autos y motos", apuntó.
Amor por Chevrolet
Este auto no es el único Chevrolet que tiene en su garaje. Pero está claro que es un amante de la marca estadunidense, con sede central en el estado de Detroit.
"Tengo un par. Con el que muevo para todos lados es un Impala 65, hecho tipo el modelo El Camino. Tengo también un Chevrolet 39 hecho coupe", destacó.
Detrás de cada auto se esconde una historia, momentos y sueños, como el logrado por Emilio.