Nuevo revés judicial para Rodrigo Eguillor, el "cheto de Banfield"
FALLO DE LA CÁMARA. Luego de que se anulara el sobreseimiento y se reabriera la causa en su contra por abuso sexual, la Justicia rechazó el recurso que había presentado su defensa.
Rodrigo Eguillor, conocido como "el cheto de Banfield" e hijo de una fiscal de Lomas de Zamora, recibió un nuevo revés judicial. Fue rechazado el planteo de su defensa en la causa que lo tiene como imputado por abuso sexual contra una estudiante de 22 años.
En junio de 2023, Eguillor había sido declarado inimputable por padecer un trastorno de esquizofrenia paranoide irreversible. El Tribunal Oral Criminal Nº10 decidió cerrar la causa y sobreseerlo "en virtud de su incapacidad sobreviniente para ejercer sus derechos y afrontar el juicio oral". Sin embargo, seis meses después de ese fallo, la Cámara de Casación de la Ciudad de Buenos Aires revocó la decisión del tribunal y anuló el sobreseimiento.
Fue así como la defensa de Eguillor decidió apelar esa medida y presentó un recurso ante la Cámara. Poco después de la finalización de la feria judicial, los jueces Mauro Divito y Gustavo Bruzzone declararon inadmisible el argumento del imputado para retroceder el fallo.
De esta manera, Eguillor seguirá acusado de "abuso sexual agravado por el acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas", aunque todavía no irá a juicio oral. Tendrá que ser evaluado por psiquiatras para confirmar si está en condiciones de afrontar el proceso.
En diciembre pasado, cuando la Cámara de Casación porteña reabrió la causa contra Eguillor, se mantuvo "suspendido el proceso", a la espera del "seguimiento del estado de salud del imputado". Esa resolución sigue vigente.
Cabe recordar que Eguillor estuvo más de un año preso, primero en la cárcel de Marcos Paz y luego en Ezeiza. En pandemia consiguió que le dieran arresto domiciliario en la casa de su madre, en un country de Canning. Desde entonces permanece en libertad.
LAS DENUNCIAS CONTRA EL "CHETO DE BANFIELD"
Eguillor había protagonizado un escándalo en noviembre de 2018 cuando fue filmado forcejeando en el balcón de un departamento de San Telmo con una estudiante de 22 años. La joven denunció que Rodrigo la había violado sin preservativo y que ella intentaba escapar. La versión de Eguillor fue distinta: dijo que la joven quería suicidarse y que él trataba de salvarla.
Varios testimonios de vecinos respaldaron a la joven y remarcaron que Eguillor la había golpeado salvajemente. Todo terminó con él detenido y procesado por "abuso sexual agravado por el acceso carnal, privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas". También le sumaron una imputación por lesiones leves dolosas agravadas por mediar violencia de género. El día que lo detuvieron, dijo la frase que quedó para la historia: "Llamen a mi vieja" (la fiscal Paula Martínez Castro).
Como si fuera poco, en medio del proceso, se le sumó una nueva denuncia por amenazar a una funcionaria judicial y una condena por abusar sexualmente de otra mujer en la playa de estacionamiento del Casino de Buenos Aires.
