Fantasmas que desaparecen y persiguen: historias del Cementerio de Lomas

RELATOS PARANORMALES. Los empleados del lugar contaron algunas de las situaciones más espeluznantes que presenciaron en el espacio que cumple 155 años.

Cuando uno habla de un cementerio, es imposible no pensar en que allí suceden episodios paranormales y tenebrosos. El Cementerio de Lomas no es la excepción y, en su aniversario 155, empleados del lugar contaron historias de fantasmas y momentos que no tienen una explicación lógica: desde una mujer vestida de negro que persiguió a los hombres de seguridad a la "desaparición" de un hombre que entró al baño. Escepticismo en su máxima expresión.

Juan Carlos Manfredi es el encargado de la seguridad del Cementerio Municipal de Lomas (situado sobre la Avenida General Hornos) y fue el primero en contar una de las anécdotas más espeluznantes que le tocó vivir en su trabajo, donde es empleado hace más de tres décadas: "Era alrededor de las seis de la tarde, ya casi oscureciendo, y estábamos caminando con mi compañero de seguridad Maciel por las galerías 5 y 6, que sería la parte nueva del cementerio. Nos dimos cuenta que atrás nuestro nos seguía una mujer vestida toda de negro, a medio metro del piso". Inmediatamente agregó: "Maciel me decía que no nos demos vuelta, pero cada vez que girábamos la cabeza la mujer estaba más cerca. Nos dimos cuenta que no podíamos hacer nada porque era una persona fallecida, aunque cada vez se nos acercaba más, entonces corrimos hasta el portón y desapareció. Después no queríamos ir más por ese lugar".

Maciel me decía que no nos demos vuelta, pero cada vez que girábamos la cabeza la mujer estaba más cerca. Nos dimos cuenta que no podíamos hacer nada porque era una persona fallecida, aunque cada vez se nos acercaba más, entonces corrimos hasta el portón y desapareció. Después no queríamos ir más por ese lugar.

"Hace unos meses, un muchacho entró con la bicicleta al baño. Me quedé pensando en el porqué de esa situación, entonces dejé pasar 10 minutos y cuando me acerco ya no estaba más. Le conté a mí encargado y le juré por mi madre que había entrado una persona, pero empezaron los chistes de que yo estaba loco", añadió Manfredi, entre risas, sobre otra historia con muy poca explicación lógica, aunque luego admitió que "suelo ver personas que caminan por el cementerio, se dice que son espíritus y que hay que rezarles".

"Un día se acercó una señora y nos preguntó si no sabíamos dónde estaba enterrada ella", rememoró María Belén Abregú, directora general de mantenimiento del Cementerio de Lomas, otra "víctima" de una situación que la dejó sin palabras. De todas formas, María Belén explicó que, quizás, esa vecina no estaba en sus cabales a la hora de hacer la pregunta. "Con un compañero le contestamos que no sabíamos la respuesta y se retiró".

Hace unos meses, un muchacho entró con la bicicleta al baño. Me quedé pensando en el porqué de esa situación, entonces dejé pasar 10 minutos y cuando me acerco ya no estaba más.

Abregú dijo que en el cementerio suele pasar que los familiares de un vecino fallecido, cuando hacen la primera visita luego del entierro, tienden a perderse y no recordar el lugar donde descansan los restos de su ser querido. Es por eso que desde el personal de mantenimiento ayudan a ubicar a dichos vecinos y a tranquilizarlos ante la confusión.

Un día se acercó una señora y nos preguntó si no sabíamos dónde estaba enterrada ella.

Para finalizar, fue Germán Pais, director municipal del Cementerio de Lomas, quien dejó una graciosa anécdota que, para su fortuna, terminó teniendo una explicación lógica: "Una noche de luna llena estábamos recorriendo el cementerio para vigilar y cuidar el lugar, cuando me doy cuenta que un clavel empieza a flotar, moverse, subir y bajar por un árbol. A la siguiente flor que le pasó lo mismo me di cuenta que era una rata la que llevaba el clavel y no se trataba de una situación paranormal".