El último viaje de Javier: se jubiló después de 33 años como chofer de colectivo
EMOCIÓN. Javier Pascual realizó su último recorrido en la Línea 543 y cerró una etapa de su vida, marcada por el respeto y el cariño de sus compañeros y pasajeros.
Después de 33 años siendo chofer de Yitos S.A., llevando a miles de pasajeros por las calles de Lomas, Javier Pascual (58) hizo ayer su último recorrido y se despidió de la empresa que fue su segunda casa. Entre aplausos, abrazos de sus compañeros y bengalas, cerró una etapa marcada por la dedicación, el respeto y el afecto de toda la comunidad.
En una charla con el Diario La Unión, Javier se mostró muy emocionado luego de lo que fue su último día laboral en la empresa de transporte lomense que lo incluyó en sus líneas hace más de tres décadas. "Tenía 25 años cuando empecé a trabajar en Velayos Hermanos, que luego pasó a llamarse Yitos gracias a su ampliación. Lo que nunca cambió es el trato entre empleados y dueños, siempre estuvimos juntos y fuimos como una familia", contó.
Ayer, Pascual se presentó a trabajar como cualquier día, pero no fue una jornada más. Desde el momento en el que se subió al colectivo de la Línea 543 que llevaba pegado un cartel con la inscripción "Hoy me jubilo", Javier supo que estaba a punto de realizar su último recorrido como chofer, por lo que las emociones le invadieron el cuerpo y la mente.

"No hubo un pasajero que no me haya saludado o felicitado por mi trayectoria. Incluso paré en un semáforo y me aplaudieron todos, son cosas que no me las voy a olvidar nunca", dijo, con gran satisfacción.
No hubo un pasajero que no me haya saludado o felicitado por mi trayectoria. Incluso paré en un semáforo y me aplaudieron todos, son cosas que no me las voy a olvidar nunca
Cuando volvió a la empresa para estacionar el colectivo, sus compañeros lo estaban esperando con bengalas, siendo una tradición que se lleva a cabo para cada chofer que se jubila. "Cuando los vi, inmediatamente se me vino a la cabeza todo lo que viví en la empresa. Compartí muchos momentos que me los voy a llevar para toda la vida: me voy por la misma puerta por la que entré", expresó.
Para Pascual, la profesión le enseñó la importancia del respeto por los pares, uno de los pilares en los que basó su intachable trayectoria: "Nunca tuve una discusión o una pelea con un pasajero. Siempre fui amable con cada persona, porque ellos son iguales que yo y merecían ser tratados con aprecio".
Para finalizar, Javier contó que ahora tiene pensado disfrutar de aquellos valiosos momentos que le regale la vida: "Antes quizás no podía asistir a un cumpleaños o a una cena con mi familia porque tenía que trabajar, entonces ahora pienso pasar tiempo con mi señora y mis cuatro hijos".









