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Hace un siglo nacía Esther Williamns, la "Sirena de Hollywood"

rescate emotivo. Comenzó como nadadora y se transformó en una estrella de cine en los '40 y los '50 y su imagen en traje de baño en un ícono. 

Esther Williams, conocida como "La Sirena de Hollywood" al ser considerada como la gran estrella de los estudios MGM y de los ballets acuáticos cinematográficos de las décadas de 1940 y 1950, nacía el 8 de agosto de 1921. 

Nacida en California, fue seleccionada a los 16 años para competir en los Juegos Olímpicos de 1940, aunque finalmente éstos fueron cancelados debido al comienzo de la II Guerra Mundial. 

Para entonces ya había batido varios récords nacionales y regionales de natación como parte del Los Angeles Athletic Club.

De ahí se incorporó al espectáculo Billy Rose Aquacade, en compañía de otra gran figura de aquel deporte: Johnny Weismuller, que luego se pondría en la piel de Tarzán. 

Su carisma llamó la atención de los grandes ejecutivos de Hollywood y en especial del estudio Metro-Goldwin-Mayer, quien comenzó a tentar a la joven con la posibilidad de adaptar ese "show" al cine. 

En una época en la que Gene Kelly bailaba y Judy Garland cantaba, Hollywood buscaba una nueva estrella capaz de conjugar esas cualidades desde una óptica diferente.

Esther finalmente aceptó y con ella, su sonrisa, sus movimientos y su atractivo, llegó el llamado ballet acuático cinematográfico, donde se mezclaban las actuaciones con coreografías de natación sincronizada.

Films como "Escuela de sirenas" (1944), "La primera sirena" (1952) o "Dangerous When Wet" (1953), la convirtieron en una atracción para el público. 

La especialidad de esta nadadora fueron los ballets acuáticos cinematográficos de las décadas de los años 40 y 50, muy populares por su mezcla de romance, música, toques de comedia y un argumento ligero.

 Su imagen en traje de baño, perpetuada en decenas de películas, fue una de las favoritas de los soldados estadounidenses durante la II Guerra Mundial.

 A lo largo de su carrera apareció en títulos junto a iconos como Gene Kelly, Frank Sinatra, Red Skelton, Ricardo Montalbán o Howard Keel.

 Tras la desaparición de los grandes estudios y los costosos musicales trató de reinventarse como actriz, aunque sin gran fortuna.

Durante la década de los 40 muchos de sus trabajos se contaron por éxitos en taquilla, pero aún así decidió poner fin a su carrera cuando todavía disfrutaba de la fama, especialmente tras la gran popularidad de unos programas de televisión.

"Me marché con la cabeza alta", dijo Williams en 1989, quien explicó que su renuncia tuvo que ver con el cierre de los grandes estudios, momento en el que la producción cinematográfica pasó a manos de inversores de Nueva York. Con ellos, adujo, la creatividad cedió paso a la rentabilidad.

"Hollywood me trató muy bien. Era una niña mimada, pero la fórmula de mi éxito era el agua y no podía ser otra, de manera que nunca llegué a interpretar un papel dramático con éxito", reconoció.

Reconvertida en empresaria, se dispuso a vender piscinas y a prestar su nombre a una línea de trajes de baño para mujeres, de estilo retro, fundada en 1988.

También participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984) como comentarista. De hecho, fue una de los principales impusoras para conseguir que la natación sincronizada fuese incluida oficialmente como deporte olímpico ese año.

Tuvo tres hijos: Benjamin, Kendrall y Susan. Su último esposo fue Edward Bell, con quien contrajo matrimonio en 1994. Anteriormente estuvo casada con Leonard Kovner, el cantante y actor Ben Gage, y el actor y director argentino Fernando Lamas y fue la madrastra de Lorenzo Lamas.

Esta notable artista murió mientras dormía por causas naturales a causa de su avanzada edad el 6 de junio de 2013 a los 91 años en su casa de Beverly Hills.

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