Fefi Sardella, un banfileño en Italia en medio del Coronavirus
En cuarentena. El ex mediocampista del Taladro se encuentra jugando en el fútbol de ascenso en Peruggia y contó su experiencia en el Viejo Continente frente a la pandemia del coronavirus.
Italia es uno de los dos países de Europa más afectados por la pandemia del coronavirus. Allí se suspendió la mayoría de las actividades de los ciudadanos, entre ellas, el fútbol.
Federico Sardella, campeón con Banfield y vecino de la ciudad, se encuentra jugando en el Eccellenza, elenco de la Serie E. El club se ubica en la ciudad de Assisi, provincia de Peruggia y, desde ya, no está exento de casos de coronavirus. En diálogo con La Unión, el mediocampista de 31 años contó cómo se vive el día a día en medio de la pandemia.
“Está todo cerrado. Lo único abierto son los supermercados aunque se puede entrar de a pocas personas. Si la policía te ve en la calle te manda a tu casa y solo podes estar afuera si vas al super, a una farmacia o a trabajar y, en este último caso, tenes que presentar un certificado que lo avale”, contó Fefi sobre las medidas extremas que tuvo que tomar el gobierno italiano.
El país está conmovido por la situación y los números del coronavirus no permiten relajarse: 60 millones de personas en cuarentena, 2.900 fallecidos y más de 31.500 infectados con el virus. Si bien la mayoría de los casos se dan en las grandes urbes, los poblados más pequeños no se toman el tema a la ligera y siguen al pie de la letra los lineamientos. “Yo estoy en una ciudad chiquita pero la seriedad del tema a nivel país es alta. Pienso que reaccionar tarde y por eso hoy se ven estos resultados. Espero que en Argentina se den cuenta de lo que ocurre y actúen porque están a tiempo”, expresó Sardella.
El Calcio Italiano está suspendido hasta el 3 de abril aunque no es un hecho que ese día regrese la actividad oficialmente. Por lo pronto, los jugadores no entrenan en conjunto y si lo hacen en sus hogares. “Se suspendieron las prácticas por dos semanas y cada uno trabaja de manera personal. Estoy un poco embolado pero lo mejor es respetar las normas que se impusieron”, rela