Muerto el Rey, viva el Rey
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B.B. King falleció a los 89 años a raíz de un cuadro de diabetes. Fue uno de los grandes de la música
Luego de un sinfín de conciertos y de grabaciones, falleció B.B. King en su casa de Las Vegas, a raíz de un cuadro de diabetes que padecía desde hace dos décadas y que había quebrantado su salud. Tenía 89 años.
Fue uno de los verdaderos grandes del género y una referencia para varias generaciones de músicos, como Eric Clapton (con quien grabó un disco en formato de dueto), Mark Knofler y otros tantos guitarristas británicos.
Su estilo es único por sus yeites, su verdadera marca regist rada, por el sentimiento con el estiraba las cuerdas y hasta por la potencia de su voz. Riley B. King (su identidad real) nació en 1925 en una plantación algodonera del estado de Mississippi, donde trabajó en una granja durante sus primeros años de vida.
Su carrera profesional arrancó en 1947, y a partir de ese momento comenzaron a llamarlo “la nueva estrella que puso al rojo vivo las llamadas telefónicas”.
En 1955 compró un viejo colectivo por 500 dólares, lo bautizó Big red y se largó a girar por todo el territorio de Estados Unidos, una actividad local que un año más tarde alcanzó su récord cuando ofreció 342 shows.
Ya en la década del 50, se convirtió en una de las figuras más importantes en la música con éxitos como “You know I love you”, “Woke up this morn i n g ” , “ P l e a s e klove Me”, “You upset me baby”, “Every Day I Have the Blues”, y “Ten long years”.
Durante toda su carrera estuvo adosado a su “Lucille”, un preciosa Gibson 335 negra y con clavijas doradas, que casi fue una parte más de su voluptuosa anatomía. En su haber tiene 15 Grammys y la Medalla Nacional de las Artes.
También fue premiado con un honorario Ph.D de la Universidad de Mississippi, y la Real Academia Sueca de música lo galardonó con el Premio de Música Polar por sus “contribuciones al blues”.
Vendió millones de discos y estaba incluido en el Salón de la Fama de la Fundación del Blues y el Salón de la Fama del Rock and R
