Lanús, el mejor de todos, pegó el grito de campeón
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El Granate coronó una excelente campaña dando la vuelta olímpica en el estadio Monumental, con goles de Benítez, Almirón, Sand y Acosta.
El Granate coronó una excelente campaña dando la vuelta olímpica en el estadio Monumental, con goles de Benítez, Almirón, Sand y Acosta. Pasarán los años y se recordará esta tarde desapacible de Núñez, con un estadio Monumental colmado por las dos parcialidades y un espectáculo emotivo e inolvidable, coronando con una goleada a Lanús como el legítimo campeón luego de un lapidario 4-0 a San Lorenzo.
Y la brega empezó vibrante, intensa y con dientes apretados: Almirón se escapó por izquierda y Sand casi abre el marcador, pero Torrico desbarató la primera chance. La promesa de una lucha atrayente se concretaba, era una final y había de todo: fútbol, forcejeos, pressing, pero por sobre todas las cosas ambición por el arco de enfrente.
Y en ese tópico Lanús empezó mucho mejor, con Miguel Almirón como estandarte. Sus volantes, sumadas a las escapadas de Velázquez, se iban transformando en una pesadilla para el Ciclón que no podía cruzar los tres cuartos de cancha.
Así llegó el primero, cuando Junior Benítez, de cabeza a los 18 minutos, se anticipó ofensivamente a Mercier, tras un doble toque en un córner y el centro de Velázquez.
El dominio se hizo abrumador y el mismo Benítez le pegó mordido cuatro minutos después y el Laucha Acosta le erró al arco a los 24 minutos. Recién sobre la media hora Monetti tapó una jugada de peligro.
Separadas sus líneas, discontinuo en su salida, San Lorenzo tuvo una buena: que se terminara el primer tiempo con un solo gol en contra. De regreso, el equipo de Pablo Guede -que aprendió a cambiar el rumbo en el medio del campeonato-, quiso poner en práctica ese specto haciendo ingresar a Barrientos por Mussis.
Pero la convicción de un equipo ofensivo como Lanús le posibilitó generar ocasiones a Benítez y Acosta, pero lo tenía que hacer Almirón, que con una sutileza y pegándole con la cara interna de botín zurdo, la puso pegada al caño derecho del arquero, a los 13 minutos, para decretar el 2-0.
Todo era Granate y tras un centro de Gómez, el Pepe Sand la empujó al fondo para el 3-0 a los 28 minutos. Y Acosta, sólo de contra, con tiro bajo anotó el 4-0 a los 43 minutos, trasladando la fiesta a las tribunas, a la calle, al barrio.
Lanús, como institución seria, se puso los pantalones largos hace años y como consecuencia coronó deportivamente a un justo e irreprochable vencedor. Lanús, el mejor de todos, se quedó con el título. ¡Salud Campe