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La crisis ambiental que viven los pueblos rurales llega al cine

estreno. El director Gabriel Grieco trata la temática de las fumigaciones aéreas de los campos a través de un piloto que sufre en carne propia el enojo de un pueblo.

Una temática que molesta y que duele llega hoy a la pantalla grande con “Respira”, de la mano de Gabriel Grieco, sobre la crisis medio ambientes que viven los pueblos rurales por la contamicación de sus poblados y suelos ante el avance del monocultivo y las fumigaciones aéreas a mansalva.

En clave de cine de suspenso, con momentos de tensión, tiene un elenco interesante:  Lautaro Delgado, Sofía Gala, Daniel Valenzuela, Leticia Brédice, Nicolás Pauls y Gerardo Romano, quien logran exponer los intereses empresariales por encima de los de los ciudadanos.

“Cuando empecé a escribirla en 2014 recién se hablaba del tema. Siempre me gustó el género. Cuando uno hace una película además de entretener, con lo que cuesta, intenta decir alguna otra cosa. Junté una pasión y una obsesión”, remarcó Grieco.

Leonardo (Delgado) es un experimentado piloto que se queda sin trabajo por no querer tripular un avión que estaba en mal estado, situación que le genera constantes peleas con su esposa (Gala). Como una forma de comenzar de nuevo, deciden irse a vivir a un pueblo de la provincia de Buenos Aires, donde Leonardo piloteará una avioneta fumigadora tras la desaparición del piloto anterior.

Pero en su primera noche en el campo comenzarán a sentir el rigor de quienes quieren vivir en un medio ambiente sin contaminación y quienes sólo ven afán de lucro, en componenda con la Policía y las autoridades políticas.

“Hay que entender que la película trata sobre personas que sufren la contaminación de sus familias, su pueblo y sus cosechas. Nadie los escucha y la gente tiene que hacer algo. Igualmente, no usan armas e intentan resolver sin lastimar a nadie”, aclaró el director.

Grieco se hizo un lugar para hablar de la nueva conducción de Incaa, a cargo de Luis Puenzo, en contraposición al gobierno anterior. En un momento, el Incaa parecía que era una empresa y lo que tiene que hacer es impulsar el fomento; hay que entender que es una industria cultural”, remar