Las Taradas, y su estilo vintage y retro, pasaron por Lomas
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Esta especie de orquestina de señoritas se presentó el domingo a la noche ante un colmado Teatro del Municipio para repasar los temas de sus dos discos ante un público animado, que le puso mucha onda a la velada.
Las Taradas se convirtieron en los últimos años en un verdadero furor a partir de su estilo retro y vintage, con el que recorren boleros, cumbia colombiana, milonga, swing, gospel, cuarteto, música de Brasil y canzoneta napolitana, entre otros estilos de décadas pasadas.
Con el abordaje personal de estos ritmos, al margen de algunas composiciones propias, esta suerte de orquestina de señoritas irrumpió el domingo por la noche en un colmado Teatro del Municipio de Lomas para transitar los temas de “Son y se hacen” y “Sirenas de la jungla”, sus dos discos. Esta banda abrió el juego con “Copando Copacabana”, con una letra en sorna recordando su paso por tierras brasileñas durante una gira, ante un auditorio variopinto, que incluía un nutrido grupo de jóvenes de ayer hasta chicos de Primaria.
Además, muchos de los concurrentes dieron la señal de descubrir gratamente a la banda en este show.
LAS ARTISTAS DEL COMBO FEMENINO. Con destacadas instrumentistas, como la guitarrista Lucy Patané y la violinista Rosario Baeza, y con logrados arreglos vocales, más allá del melódico borrazón de la gran Paula Maffía, la lista siguió con la cumbia andina “Pájaro que deja el nido”, el bolero la “Preferida”, el cuarteto con aires klezmer “En banca rota”, el gospel bluseado “No me entiendes” y hasta la milonga “Oro y plata”, de Homero Manzi y Charlo.
También desempolvaron algunas canciones del primer disco, como las cumbias “San Marta” y “Otorrinonaringólogo”, el swing Bei Mir Bistu Shein, la ranchera “Soy parranda” y la canzoneta “Guglione”, entre otros.
REVERSIONES. Respetando el sonido acústico, este combo femenino le da una interesante vuelta de tuerca en las reversiones de esas composiciones añosas algunas clásicas y otras rescatadas del olvido o escasamente difundidas.
Si bien la propuesta del grupo invita a que cada auditorio se transforme en una auténtica fiesta, lo ocurrido en Lomas fue aún más allá y el auditorio se transformó en una verdadera pista de baile, sin distinción de edades y sexos.
Para los bises sonaron “Pepito” y “Qué no, qué no”, un verdadero clásico y declaración de principios de la banda, con un auditorio a pleno. Las Taradas pasaron por Lomas y dejaron una hermosa estela y el público devolvió lo que pasaba en el escenario, abriendo la puerta a un próximo encuen