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“RAT” se despide de la escena en Lomas

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Esta obra dirigida y escrita por Juan Mako, que pasó por la bienal de arte Joven y por los más diversos escenarios, pisa las tablas este sábado en el ensamble.

Después de su participación en el Festival de Teatro de Almada de Portugal en julio y de haber pasado por los escenarios porteños, “RAT”, una obra escrita y dirigida por Juan Mako, se presenta por única vez este sábado en el Banfield Teatro Ensamble, en su función de despedida.

Esta puesta fue seleccionada y producida por la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires 2015, en la categoría obras a desarrollar, y cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina, la UNA de Artes Dramáticas, Espacio Sísmico y Casa Brandon. Además, actualmente es uno de los Proyectos de graduación de la Licenciatura en Dirección Escénica de la UNA.

“Vamos a hacer la despedida de la obra por este año y no sabemos si la vamos a volver a hacer, nunca se sabe. Ahora estamos abiertos a otros proyectos”, le comenta a La Unión Juan Mako sobre la despedida de esta puesta. Antes de la este adiós y de su posterior recorrido, la puesta tuvo una génesis.

“Empezó siendo una obra del UNA (Universidad Nacional de las Artes), cuando yo estaba estudiando ahí. En ese momento se construyó ‘RAT’ y después se reescribió el texto original. La obra fue mutando mucho”, señala Juan Mako,  quien antes de continuar su formación en el UNA, se inició artísticamente en el Teatro de las Nobles Bestias de Temperley y también presentó a sus obras en distintos escenarios de la región.

La obra trascurre en un ensayo de teatro que se hace  extenso en la noche. Una idea que se convierte en obsesión por parte del director se presenta caprichosa y arbitraria. Todos la siguen pero la misma cobra cuerpo dentro de un universo sobrenatural, patético y absurdo, que reclama lo que no se puede, ni se debe, reclamar.

La realidad y la ficción se fusionan en un juego ambiguo de cajas chinas, que debate sobre la crisis de la creación; el por qué y el para qué del arte. “La obra trabaja con la idea del teatro dentro del teatro. El ensayo se empieza a poner  pesadillesco, las obsesiones se transforman en cuestiones sobrenaturales”, acota Juan sobre lo que ocurre sobre las tablas.

En esta puesta, desde la platea el espectador participa de este entramado. “El espectador es testigo de lo que  está pasando en ese ensayo. La obra tiene algo de película de suspenso llevado al teatro”, cierra J

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