El Diario La Unión celebra hoy sus primeros 120 años de vida

Fundado en 1897, es el quinto diario en circulación más antiguo del país. Recorrió un camino difícil y fascinante hacia su permanencia: desde la primera edición en blanco y negro en formato sábana hasta su diseño actual, moderno y con color.

No es una equivocación ni menos un capricho que la edición del Diario La Unión de hoy sea distinta e incluya el blanco y negro, como era en el pasado. Sucede que hace exactamente 120 años nacía La Unión. Sí, un 6 de marzo de 1897 arrancaba un hermoso proyecto, un camino difícil y fascinante plagado de desafíos, logros y también de conflictos, que abarcaron proscripción y cambio de nombre, y estar casi al borde de la quiebra.

El 6 de marzo de 1897 es un gran día para La Unión: comenzaba la historia de un diario que trascendería generaciones de padres, hijos y nietos, de gobiernos e instituciones, siguiendo día a día los acontecimientos que eran relevantes en Lomas, el país y el mundo, y que iban marcando el ritmo del progreso, un ritmo que imprimían en sus páginas los distintos directores, periodistas y fotógrafos que, con más aciertos que errores, le fueron dando vida a La Unión, un diario que hoy puede presumir de haber estado presente en los últimos tres siglos.

En 1897, el mundo periodístico y la tecnología eran muy distintos. La antigua impresora Marinoni, a la que había que colocarle cada uno de los pliegos a mano, hacía posible entonces la llegada a la calle en formato sábana, en blanco y negro, y con tan solo cuatro páginas de información.

Los linotipos mecanizaban el proceso de composición de un texto, y formaban una larga hilera dentro de la imprenta del diario.

Cuando salió a la calle el primer ejemplar de La Unión, Lomas era completamente distinta. Abundaban las casas bajas, sencillas, las calles de tierra y hasta de adoquines, que les daban a los barrios ese sabor tan especial.

Las carretas eran el principal medio de transporte y los vendedores ambulantes se ganaban la vida recorriendo las calles. La mayoría de los vecinos usaba traje y tiradores. En aquel momento, la elegancia no sabía de fines de semana ni de ratos libres. Por eso, el sombrero era infaltable para los hombres.

Los avances tecnológicos trajeron los primeros grandes cambios. El tamaño sábana entró en desuso y la cantidad de páginas se incrementó. Junto a las noticias, también subió el número de anuncios publicitarios, junto a los clasificados, que se fueron convirtiendo en un emblema en la región. Más acá en el tiempo, muchos vecinos recuerdan que compraban el diario no sólo para informarse, sino también para buscar trabajo. Desde el otro lado, miles de lomenses aprovechaban para publicar sus necesidades o ciertos artículos en venta.

En aquellos años, gran parte de las informaciones llegaban a través del radioteletipo, instrumento que presentaba problemas en las interferencias y serios riesgos de comprender equivocadamente las palabras. El teléfono, otra herramienta muy utilizada, retrasaba mucho los datos. La llegada de los satélites benefició a todos. Hoy, la televisión, la radio e internet posibilitan un viaje fluido y veloz de toda la información. El arribo de la máquina que imprimía a color en 1997 abriría el paso hacia otro avance para el diario. La revolución fue tal que los vecinos, corte de tránsito mediante, se acercaron a mirar su llegada. Hoy, acorde a los tiempos, La Unión cuenta con su sitio web, junto a la difusión en las redes sociales.

En estos 120 años, el diario marcó un antes y un después en la vida periodística de Lomas y la Provincia, y se convirtió en pionero en materia informativa, y además se le suma el prestigio de ser el quinto diario en circulación más antiguo del país.

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