Historia de historietas

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POR Mauricio Amaya

En las historietas, la literatura y el dibujo se entrelazan a la perfección con el propósito de contar una historia. Este género muy rico en Argentina cumple 100 años de historia. Mafalda, El Eternauta, Paturuzú, Cazador, fueron algunos de los hitos de esta forma cultural que abrió alternativas expresivas para expresar. Esta semana, el MuHuMuseo del Humor inauguró la exposición “100 años de historieta y novela gráfica en Argentina”, un recorrido por el carril “serio” de esta disciplina que no incluye el humor gráfico, y donde se pueden hallar obras originales de algunos nombres clave: Alberto Breccia, Francisco Solano López, Héctor Oesterheld y Robin Wood, entre otros. Recuerdo mis vacaciones de chico en la Costa leyendo historietas de Disney, Paturuzú o La Zorra y el Cuervo, que luego intercambiaba en los kioscos, e imagino que muchos jóvenes iniciaron su pasión por la lectura gracias a las historietas. En la exposición, los visitantes podrán recordar números de todas las épocas: Nippur de Lagash, El Llanero Solitario, El Eternauta, Mandrake el Mago, Cisco Kid o Bull Rockett. La muestra abre con los antecedentes de la historieta en nuestro país (fines del siglo XIX y comienzos del XX): así se llega a un ejemplar de la que se considera la primera historieta argentina, Sarrasqueta de Manuel Redondo, publicada en Caras y Caretas a partir de 1913. El recorrido continúa con “la época de oro”, signada por la aparición en 1945 de la revista Intervalo (para adultos) y Patoruzito (para chicos). Además, se empiezan a publicar historias de aventuras, como Kid de Río Grande de Breccia y adaptaciones de autores como Julio Verne o Emilio Salgari, de José Luis Salinas. La historieta argentina adquiría entonces un nivel de “potencia internacional”, según Hugo Maradei, director del Museo del Humor. Las revistas Frontera y Hora Cero, creadas por el autor de El Eternauta, cobijaron en los ‘50 historias guionadas por Oesterheld. Su más famosa obra, El Eternauta, con dibujos de Solano López, aparece en Hora Cero el 4 de septiembre de 1957, y es por eso que en ese día, desde el 2005, se festeja el Día de la Historieta. Esta emblemática obra, para muchos el primer relato de ciencia ficción de la literatura argentina, narra una invasión a Buenos Aires a través de una nevada mortal. Oesterheld lanzaría una nueva serie de El Eternauta en 1976, esta vez con un claro foco político contra la Dictadura militar, en la que se jugaría la vida. Después de los ‘60 empezaba el declive de la historieta en su consumo masivo, ante el ingreso irrefrenable al país de revistas mexicanas y la aparición de la televisión. Esta muestra se puede visitar hasta el 20 de marzo, todos los días, en el Edificio de la Múnich, Avenida de los Italianos 851 (Costanera Sur, Capital).

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