Ya pasaron treinta años sin Luca Prodan
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El 22 de diciembre de 1987 fallecía el líder y cantante de Sumo con sólo 34 años, a raíz de una cirrosis hepática.
Un talentoso y particular personaje que puso patas para arriba al movimiento del rock argentino en los 80. Un Luca Prodan en cuenta regresiva y un Sumo alejado de sus mejores días se presentaron por última vez en vivo el 20 de diciembre de 1987 en la cancha de Los Andes, en Lomas, junto a otras bandas.
Muchos aseguran haber ido a ese recital, muchos más de los que realmente estuvieron allí esa noche, que no fue un show de gran convocatoria. Un par de días después de ese concierto, el 22 de diciembre de 1987, Luca fue encontrado sin vida en una humilde morada, ubicada en Alsina 451, en el barrio de San Telmo.
Había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna causada por una cirrosis hepática, a raíz de su ingesta desmesurada de ginebra. Tenía sólo 34 años. Había nacido en Roma en 1953, en el seno de una familia acomodada, fue enviado por sus padres como pupilo a un prestigioso colegio escocés, al que concurría por entonces el Príncipe Carlos de Inglaterra.
Faltándole un año para finalizar sus estudios, en 1970, escapó de los claustros de esta casa de estudios para comenzar una vida aventurera y con anécdotas por doquier, algunas de ellas muy difíciles de comprobar.
A partir de mediados de los 70, el joven Prodan residió en Londres y fue testigo presencial del estallido del punk. Quizá intentando escapar de la heroína, que ya lo había dejado al borde del KO, Luca recaló a principios de los 80 en las bucólicas sierras cordobesas. Este cruce del Atlántico se produjo por seguir una imagen que lo había atrapado y que recibió en una carta de un amigo argentino de origen escocés, Timmy McKern.
EL ORIGEN. Luca hizo buenas migas con el cuñado de McKern, Germán Daffunchio y con un vecino de éste, Alejandro Sokol. Juntos comenzaron a hacer temas. Luego se sumaría la baterista Stephanie Nuttal, una amiga inglesa de Prodan. La baterista volvería a su patria en la Guerra de Malvinas y se sumaría al grupo Diego Arnedo, ya por entonces un notable bajista. También se incorporaba el saxofonista Roberto Petinatto.
En 1984, Sokol dejó la banda y se sumaron Alberto “Superman” Troglio en batería y Ricardo Mollo en guitarra, para conformar el sexteto definitivo.
“Corpiños en la madrugada” fue una suerte de primer álbum y el prólogo de la discografía oficial de la banda, que incluyó a “Divididos por la felicidad”, “Llegando los monos” y “After Chabón”. También circulan grabaciones piratas por doquier y hasta registros de canciones inéditas de Luca.
LO NUEVO. Sumo revolucionó la escena rockera argentina con una fusión de reggae, ska y punk rock, a partir de las influencias que Luca traía a cuestas desde Inglaterra. Mientras que en Argentina seguían siendo referencias las grandes bandas de los 60 y 70, Prodan se había codeado con punk y otros géneros de los que aquí casi no se tenían ni noticias por aquellos días. Además, la gran influencia de los rockeros argentinos eran los músicos fundacionales del género, mientras que Luca los desconocía por completo al momento de su llegada a Argentina.
Este italiano, que nunca perdió su acento peninsular, que hablaba y cantaba en un perfecto inglés, era además un pelado en movimiento que casi imponía una larga melena para salir a un escenario. Además, Luca cantaba mayormente en inglés, cuando desde hacía casi dos décadas los fundadores del rock argentino pugnaban con que se interprete este estilo en castellano, haciendo tambalear esa pugna idiomática que había comenzado a fines de los 60.
Llegó a Argentina huyendo de la heroína, pero se encontró con la ginebra y logró transformarse en una leyenda del rock argent