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Al ritmo del Gato, el Celeste ganó y mantiene la ilusión

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Con goles de Arregui y Sánchez Sotelo en el primer tiempo, le dio vuelta el partido a Tigre y coronó una racha de cuatro encuentros sin derrotas.

De la mano de Esmerado, Temperley encontró el camino y, en una tarde que arrancó mal, cerró el año festejando. Con carácter, el Celeste se lo dio vuelta a Tigre y coronó una racha de cuatro encuentros sin derrotas logrando dos triunfos en su cancha. El partido arrancó mal para el equipo del Gato.

A los seis minutos, Menossi aprovechó una jugada colectiva por la banda izquierda para quedar de frente al arco y poner el 1 a 0 para los de Victoria. Sin que Tigre sea un dominante claro, Temperley tomó las riendas, fue por el empate y lo consiguió a los 13 minutos. De cabeza, Arregui -como ante San Martín- enganchó un centro de Scifo y marcó el 1-1. Todo el primer tiempo fue de ida y vuelta (con más chances para Tigre) favorecido por las imprecisiones de ambos y los errores a la hora de retroceder tanto a nivel colectivo como grupal.

En uno de ellos, el equipo de Esmerado encontró la llave del triunfo. A los 38, Rodríguez tocó la pelota con la mano en el área y Sánchez Sotelo cambió el penal por el triunfo. Unos minutos después, Acosta pudo ampliar el marcador con un cabezazo y no hubiera estado mal sabiendo que, en el segundo tiempo, al Cele le iba a costar bastante. Muy metido atrás, el Gasolero padeció a un Tigre lanzado al ataque y hasta el final lo aguantó.

Pudo ganarlo de contra (se perdieron un gol hecho Montagna y Sánchez Sotelo) pero no le hizo falta: con la actitud le alcanzó. Esmerado llegó a Temperley para imponer un estilo al que el equipo no estaba acostumbrado. Perdió interés por la tenencia obligatoria y apostó por unos minutos de intensidad y precisión. Hasta ahora le fue muy bien y cerró el año con una sonrisa, ilusionado con la permanencia en Prim

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