Por la pegada de Bogado, Los Andes rescató un punto
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El Milrayitas no jugó un buen partido y logró un empate gracias a un gol del juvenil, que ingresó en el complemento y convirtió de un tiro libre.
Los Andes no encuentra una regularidad en el juego y ayer rescató un punto ante Estudiantes de San Luis por un único motivo: la exquisita pegada de Rodrigo Bogado, que clavó en el ángulo un tiro libre a seis del final para darle un empate que, en el juego, no mereció.
El elenco de Rondina otra vez mostró una pálida imagen en el Eduardo Gallardón, donde sólo ganó un partido, y nuevamente evidenció problemas en la generación, una de sus mayores deficiencias. Sanabria no fue el eje futbolístico, Álvarez Suárez estuvo impreciso y Mendieta, el más peligroso, perdió siempre con los defensores.
Así, a Los Andes le cuesta. Y ayer lo evidenció. La visita, que llegó a Lomas con una idea clara y apostó por dos líneas de cuatro bien paradas, encontró el gol a los 2 minutos ante una defensa desordenada y eso le facilitó el trabajo. Busto, de buen partido, filtró un lindo pase a Conti, quien picó entre medio de los dos centrales y, tras un buen movimiento, definió al primer palo para el 1-0.
La ventaja le permitió a Estudiantes replegar sus líneas para salir de contra con pelotazos cruzados, que fueron una pesadilla para el local, y la falta de fluidez en el juego del Milrayitas fue de gran ayuda. El local, en el primer tiempo, solo tuvo dos: un penal malogrado por Linas y una jugada que el nueve no pudo definir ante el achique de Cuerdo (reemplazó a Lupardo).
Y la visita, en tanto, tuvo dos para liquidar la historia, con un gol anulado a Corulo y remate que pasó cerca de Ada.
En el complemento, Los Andes cambió un poco la pobre imagen del primer tiempo, pero siguió careciendo de ideas para dar vuelta la historia. Ningunas de sus llegadas fue a través de jugadas asociadas, la mayoría fueron de pelotas detenidas y la más clara fue un cabezazo de Miranda que Bustos despejó en la línea.
La única forma de llegar a la igualdad era la pelota parada. Y por eso, gracias a la pegada de Bogado, rescató un emp