El fantasma de la democracia

Comienza octubre y la agenda mediática vuelve a hacer foco en las elecciones. Es que, a poco más de tres semanas de que los argentinos volvamos a votar, se reabre el juego de publicidades, chicanas y competencia por el tan anhelado voto.

Por J. Ignacio Merlo

En ese contexto, surge la posibilidad de preguntarse por qué votamos como votamos. Es popularmente conocido el hecho de que nuestro país ha tenido varios períodos de gobiernos de facto, mediante golpes de Estado, con el aberrante dato de los 30 mil desaparecidos que dejó la última dictadura.

Pero desde entonces hasta hoy, la figura de la democracia como sistema de organización política ha sido incuestionable. Sin embargo, el hecho de hacer partícipe obligatoria a toda la masa ciudadana me resulta confuso. Entiendo que lo mejor es que todos tengamos representación en la toma de decisiones de la cosa pública, pero eso está tan lejos de ocurrir, que sospecho que el interés por el voto de todos está puesto en un beneficio propio de quienes figuran en las boletas.

“Si votar fuera útil estaría prohibido”, rezaba un grafitti que me crucé hace unos días. ¿Para qué sirve, entonces, elegir quién nos gobierna si no elegimos cómo? Ahí surge la elección parlamentaria como la más importante -al menos para un servidor- a la hora de la toma de decisiones.

El cambio de presidente y ministros es trascendental y marca un sentido, pero los diputados y senadores que se sienten a sesionar en el Congreso serán obstáculos -en el mejor sentido de la palabra- ante la toma de decisiones egoísta que propone el oficialismo. Serán un límite, en el mejor de los casos.

Y en ese contexto, con el 22 de octubre tan cerca de la cabeza y el aparato publicitario tan latente, vuelvo a pensar si dentro de ese sobre en el que deposito ilusiones y motivos, viajará realmente una porción de mis ideas para que se materialicen.

Y sospecho que sí, a veces; y pienso que no, otras tantas. Y sin embargo, aunque imperfecta y poco representativa, lo único que elijo y elegiré siempre, es la democracia en la cual v