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“Anatomía del destino”, la nueva obra de Fernández Chapo, en Temperley

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Después de recorrer el país y parte de Europa durante tres años con la obra “La mujer del anatomista”, la Compañía de Artes Escénicas “Malón teatro” estrena hoy “Anatomía del destino”, con dramaturgia y puesta en escena de Gabriel Fernández Chapo, en el Teatro de las Nobles Bestias de Temperley, para luego arrancar una temporada en el porteño Teatro El Ópalo.

“Tomé como punto de partida la idea del destino, como el azar puede cambiar la vida, sobre lo que uno quiere y lo que la vida dispone. También me basé en la teoría del Caos”, le comenta a La Unión Gabriel Fernández Chapo, autor y director de la obra, sobre los disparadores de esta puesta.

ELIGE TU PROPIA AVENTURA. “Anatomía del destino” es un espectáculo que investiga e indaga sobre la fuerza del destino. A la usanza de la saga literaria de “Elige tu propia aventura”, en la que los lectores pueden colaborar con los protagonistas, cuenta la historia de Clara, una española que estudió Psicología pero que termina trabajando en el departamento de Recursos Humanos de una gran empresa multinacional.

En forma repentina, la empresa la envía a Argentina donde la adquirió una firma local y necesitan reducir personal. Con la llegada de Clara al país se bifurcarán dos historias paralelas y superpuestas. Por un lado la “Clara” que cumple su función de despedir empleados pero que decide tomar a uno de los despedidos como caso testigo y lo comenzará a seguir para ver cómo

es su vida luego del despido, mientras que la otra “Clara” se hará pasar por otra persona en el aeropuerto y asumirá otra vida, la de una mujer especialista en grandes relojes de edificios los cuales misteriosamente se encuentran en Buenos Aires todos detenidos a la misma hora.

“Había una lógica en decidir el recorrido de las protagonistas, un estímulo para llevarlo al teatro, que el espectador transite esa experiencia en la forma en la que se está narrando”, acota el director oriundo de la región sobre la dinámica de la obra y sobre el personaje de Clara que se bifurca en escena.

Es que sobre las tablas, la actriz española Clara Díaz se mete en la piel de la protagonista, interpretando alternadamente los dos caminos que va tomando “Clara”, mientras que Federico Justo interpreta más de una docena de personajes, con reiterados cambios de vestuario incluidos. Además, este actor es el encargado de la música en vivo desde la ejecución de su guitarra eléctrica plagada de efectos.

Con una dinámica cinematográfica, con música incidental y saltos temporales en la historia”, Gabriel Fernández Chapo le da una vuelta de tuerca a las actuales propuestas de la cartelera del teatro off, al considerla “aburguesada” y que dejó de transitar algunos caminos artísticos, para quedarse con una fórmula. En este desafío, la obra transcurre en una suerte de jaula, una estructura en formato de una semiesfera.

“Es una escenografía miniplanetaria, algo que te contiene un microcosmos entre un límite y la movilidad. Ahí adentro los actores operan las luces y el sonido, es como una máquina poética”, cierra. Sin dudas, una puesta interesante que no pasará inadvertida entre sus espectado

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