Cultura del Sur cumple 10 años de compromiso artístico
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El espacio de temperley llega a su primera década con la intención de aglutinar diferentes expresiones. este sábado lo celebran con un festival para toda la familia, con actividades y clases abiertas.
Cultura del Sur cumple una década de vida en la región como un espacio que se transformó, a fuego lento y con un gran esfuerzo de sus gestores, en una referencia para distintas actividades artísticas y culturales. El espacio de Temperley, que este sábado celebrará sus primeros 10 años con gran festival artístico para toda la familia, tiene su propia historia y una serie de objetivos planteados desde el primer día. “Nosotros hace 10 años nos quedamos sin trabajo, yo tra
bajaba en una remisería y Jorge Peluffo era mozo. Los dos nos enganchamos con la idea de trabajar de lo que queríamos, yo venía del teatro y Jorge era músico”, comenta Melania Buero, una de las fundadoras de esta idea de gestar un lugar para la cultura independiente. El germen de Cultura del Sur nació con la primera edición de “Enfiestarte”, un encuentro multidisciplinario. “Reunimos a todas las expresiones que conocíamos: milonga, peña y rock.
En ese momento no se mezclaban, ese encuentro duró 12 horas”, recuerda. Luego de tener una sede en Banfield, Cultura del Sur echó raíces hace 8 años en su sede actual de Temperley. “Primero hubo silos de almacenamiento de los ingleses en ese lugar y después una cancha de pelota paleta, de la que se conservan las gradas. Luego fue una sede de Educamp, unos Boy Scouts que no tienen vínculo con la Iglesia, y fue después el campo de deportes de un colegio”, enumera Melania las múltiples utilizaciones que tuvo el predio de Meeks 1066 antes de que se instalen en él.
CON UN HORIZONTE CLARO. Melania Buero, al igual que Verónica Gutiérrez y Jorge Peluffo, las otras dos patas de Cultura del Sur, siempre mantuvieron un objetivo preciso y concreto. “Planteamos que la necesidad de aprender, además de hacerlo sentado, se hace desde el escenario, lo que se hace en el escenario sirve para avanzar en el proceso pedagógico”, asegura. “Fue clave dar la lucha donde la teníamos que dar, dejamos de ser un lugar de amigos, para ser una causa de lo que sentían otros. Nos referenciamos con muchos grupos sociales y ahí la pegamos”, acota. Este proyecto tiene la intención de ir más allá del propio trío de responsables y que crezcan los talleres, seminarios y las expresiones artísticas, como música, teatro y circo, que salen a escena en cada fin de semana. “El arte es sanador, es desalienante, hace que uno se recupere así mismo. Queremos que este lugar siga sin nosotros, queremos la eternidad de este proyecto”, cierra.
