Terapia con perros, una opción para estimular, asistir y generar vínculos

Marta Cebrián creó junto a su amiga Marta Montoya la organización Yanay Wasy en Banfield, que ayuda a personas con distintos grados de discapacidad mediante juegos y actividades. “Cada logro es importante para nosotras”, remarcan las fundadoras.

La organización Yanay Wasy fue creada hace más de siete años en Banfield para brindar terapia asistida con perros, que estimula, asiste y vincula socialmente a las personas con algún grado de discapacidad, ya sea física, psicológica o derivada de problemáticas sociales, y también orienta a las familias en este proceso.

“La caninoterapia es un método donde utilizamos perros para atender estas patologías, no importa cuál sea el grado, ni el tiempo que lleve hacerlo, porque cada animal al igual que las personas, son especiales, diferentes. Eso lo vamos viendo mientras se producen los encuentros”, asegura Marta Cebrian, quien dio inició a la organización junto a su amiga, Marta Montoya.

Y agrega: “Lo más importante es la estimulación de los pacientes y que se sientan a gusto. Esta terapia la realizan mediante juegos en general, que pueden ser al aire libre, pero lo fundamental es que las actividades tengan una continuidad para llegar a mejores resultados. Cada logro es importante para nosotras”.

Pero aquí, los verdaderos protagonistas son los perros: “Normalmente, trabajamos con razas como labradores y golden porque no cualquier perro puede servir para este tipo de terapia. Deben ser grandes, dóciles y afectuosos, yo prefiero estas razas.”

“Normalmente, trabajamos con razas como Labrador y Golden porque son dóciles y afectuosos, yo prefiero estas razas”.

De hecho, en la web de Yanay Wasy, presentan a los perros así: “Por su amor incondicional y por no discriminar, ellos nos acompañan a brindar una mejor calidad de vida a aquellos que lo necesitan”.

El vínculo que ellas generan con los animales es muy fuerte y perdura en el tiempo. Cebrian cuenta que perdieron dos perros fundamentales que fueron los pilares en el comienzo de la organización: Saki y Felipe. “Uno de ellos partió muy joven, apenas con 8 años. No lo esperaba, fue realmente una gran pérdida porque era muy dulce y conectaba de inmediato con la sensibilidad de la persona que asistía. Ahora nos quedó Iara, es dulce, tierna, muy tranquila. Pero como tiene 13 años y 6 meses ya se siente cansada, nos acompaña, pero no la obligamos a hacer nada. Si quiere se acerca, se sienta a un costado o interactúa de a ratos.

Por ejemplo, se deja acariciar, y eso ya es suficiente porque no la queremos forzar”, remarca.

Ambas profesionales también trabajan en el Instituto Municipal de Discapacitados y Adultos Mayores (Imdiam), que ofrece este servicio gratuito a los vecinos de Lomas, los miércoles y jueves, en el Parque Eva Perón. “Los pacientes que concurren son de diferentes edades, desde un año hasta 50”, señala Cebrian.

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info@yanaywasy.com.ar

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