Harán una marcha contra la despenalización del aborto
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La protesta tiene fecha: el 20 de mayo a las 15 organizaciones saldrán a las calles de distintas ciudades del país para reclamar por "la defensa del niño por nacer".
Agrupaciones contrarias a la despenalización del aborto se movilizarán el domingo 20 de mayo a las 15 en más de cien ciudades de todo el país para reclamar por "la defensa del niño por nacer".
Bajo el lema "Cuidemos las dos vidas", el reclamo central de la llamada "Marcha por la vida" consiste en pedirle a los legisladores el rechazo categórico al proyecto de ley que prevé la posibilidad de interrumpir el embarazo hasta la semana 14 de gestación.
Con este proyecto, dicen las organizaciones en un comunicado "se habilitará en forma genérica cualquier tipo de aborto, que además deberá ser financiado con los recursos de todos los contribuyentes, lo cual agravará las presiones económicas sobre los sectores más vulnerables".
La ONG Marcha por la Vida, que nació en los Estados Unidos hace 45 años, estuvo detrás de la movilización del pasado 25 de marzo frente a la Facultad de Derecho, junto a otras marchas en más de 200 ciudades del interior del país.
El 20 de mayo próximo, en Buenos Aires, la movilización concentrará en Plaza de Mayo y marchará hacia la Plaza de los Dos Congresos, donde está previsto un acto para las 16.
SIGUE EL DEBATE. Con distintos paneles de expertos donde se busca enriquecer el debate sobre la despenalización del aborto, se desarrolla en la Cámara de Diputados el Seminario Internacional "Religión, sexualidad y aborto: La autonomía de las mujeres en debate".
María Teresa Bossio, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir Argentina (CDD), estuvo a cargo de la apertura del evento y sostuvo: "Los fundamentalismos religiosos no nos van a asustar, al contrario: nos desafían a construir los argumentos a favor del aborto legal".
El primer panel estuvo a cargo de Marilú Rojas, investigadora y teóloga católica de México, quien planteó argumentos a favor del aborto legal desde la óptica de la teología feminista y puso de relieve que "la Iglesia empezó a controlar los cuerpos de las mujeres cuando éstas empezaron a tomar el espacio público", ya que "en el mundo bíblico el aborto no era un problema, porque no existía como concepto".
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