Deber cumplido para los corredores del Grupo Auriga
Atletismo.
Daniel, Federico y Paola completaron los 42k.195m. de la Maratón Internacional de Buenos Aires. La atleta, en su séptima participación, resaltó el buen compañerismo por sobre los resultados obtenidos. Para los hombres, fue su primera experiencia.
Paola Esperón, Federico Medl y Daniel Coria, integrantes del Grupo Auriga Running Team a cargo de Lorena Moukarzel y José Luis Santero, corrieron la Maratón Internacional de Buenos Aires, donde además de cumplir con el objetivo de llegar a la meta, realizaron un sobresaliente trabajo en equipo.
Los chicos corrieron por primera vez la distancia de 42k.195 metros, mientras que para Paola fue su séptima participación. Los resultados fueron excelentes: Federico lo hizo en 3h.20m., Daniel en 3h.33m. y Esperón estableció, por lejos, su mejor marca bajando su registro personal a 3h.47m.
“Lo esencial es la importancia del entrenamiento, que requiere de mucha carga y un mínimo de cinco días semanales de atletismo propiamente dicho, alternando fondo, pasadas de velocidad y fortalecimiento muscular. Todos esto acompañado por buenos desayunos, alimentación sana e hidratación, ya que el entrenamiento es muy demandante”, consideró Paola.
Los tiempos empleados hablan de lo dura que es la prueba y la predisposición que se debe tener para este tipo de carreras. “Uno se prepara para una distancia, a cargo de la planificación de Lorena y José, con los compañeros que hicieron de ‘liebres’, que es el que va adelante tuyo sosteniendo el ritmo. Generalmente es un compañero de entrenamiento que tiene mejor ritmo que uno. A mitad de carrera, entre los kilómetros 22 y 28 nos esperaron para correr bien y a buen ritmo la segunda mitad, donde justamente se empieza a flaquear y debitarse”, dijo la atleta.
“Jamás subestimé un 42k., porque es una prueba de larga duración que requiere de resistencia mental. Hay que tener mucha fortaleza en la cabeza, porque pasás por bajones anímicos, de sensaciones de que querés abandonar y es ahí la importancia de un compañero que te aliente”.
En ese sentido destacó: “Ninguno de los tres hubiese logrado el tiempo sin la ayuda de nuestras ‘liebres’. Si bien se trata de algo individual, los resultados se logran en equipo. Y además de ellos, agradecer el acompañamiento de quiénes nos fueron a alentar”.
Al momento de establecer diferencias entre las distintas maratones que corrió, Paola afirmó: “Jamás subestimé un 42k., porque es una prueba de larga duración que requiere de resistencia mental. Hay que tener mucha fortaleza en la cabeza, porque pasás por bajones anímicos, de sensaciones de que querés abandonar y es ahí la importancia de un compañero que te aliente”.
“La maratón es el reflejo de la vida. Pasás por sensaciones de alegría al principio dejando que el cuerpo fluya, en la segunda mitad empieza el cansancio físico y después te volvés a animar otra vez, sacás fuerzas de dónde no tenés para cruzar el arco de llegada. Hay altibajos, que son los que permiten conocer la mejor versión de uno mismo”, amplió la lomense.
Por último señaló que “la maratón fue el objetivo del año para los tres. Ahora estamos en pleno período de recuperación. La semana post carrera es muy tranquila, de tres entrenamientos, por un mes para luego empezar a aumentar gradualmente los trabajos