Los Andes perdió en Santiago del Estero y no puede salir del fondo
nuevo traspié para el equipo de Biggeri. El Milrayitas perdió 1-0 ante Central Córdoba, que lo superó en el juego, y sufrió una nueva derrota, la segunda de manera consecutiva, que lo complica con el descenso y le impide salir del fondo de la tabla de posiciones.
El Milrayitas no hice pie en Santiago del Estero y sufrió un nuevo traspié.
Por la banda izquierda, el local marcó la gran diferencia de la noche.
El presente de Los Andes en la B Nacional está lejos de ser el esperado y su presente se complica partido a partido. Anoche, en Santiago del Estero y con otra floja producción, sufrió un nuevo golpe al perder por 1-0 ante Central Córdoba, que golpeó en el inicio y ganó sin sufrir sobresaltos.
Lo mejor del Milrayitas se vio en el amanecer del encuentro, en el que mostró ímpetu, ganas de revertir su triste realidad en el torneo, y se exhibía mejor que su rival. Sin embargo, el local lastimó en la primera chance que generó y cambió la historia del partido.
El gol de Luján (con un bombazo cruzado a los 19 minutos) mató las ambiciones de la visita, que lo sufrió como un mazazo letal y se quedó sin herramientas para revertir la historia. El equipo, después de eso, no tuvo juego y complicó muy poco al arquero Maxi Cavallotti, que no tuvo grandes intervenciones en la noche.
Lo de Central Córdoba fue a la inversa. Y es que a partir de ese gol, creció de manera notoria y se adueñó por completo del trámite, aprovechándose del flojo presente que vive el equipo de Lomas.
Y en este contexto, sólo dos cosas mantuvieron con vida al Milrayitas hasta el final: la mala puntería del local en jugadas claras, especialmente en el segundo tiempo, y las buenas respuestas del arquero Leandro Requena, que fue exigido varias veces en la noche y siempre respondió bien.
El Milrayitas fue superado por el conjunto santiagueño y generó muy pocas situaciones para soñar con una remontada. Solo al final contó con un remate de Lenci, otro de Levato y un cabezazo de Sagarzazú. Pero esto es muy poco para revertir un presente que se complica partido a partido.
