Despidieron a Julen, el nene español que murió al caer en un pozo
MÁLAGA. Cientos de habitantes del pueblo donde vivía el chico de 2 años acompañaron el féretro en un adiós muy emotivo. La autopsia reveló que sufrió politraumatismos y tenía erosiones compatibles con el accidente.
El cuerpo fue hallado en el sábado cubierto de tierra a 71 metros de profundidad.
Despidieron los restos en un adiós muy emotivo presidido por una ceremonia religiosa.
Cientos de habitantes de El Palo, el pueblo donde vivía Julen, el nene de 2 años que falleció tras caer el 13 de enero en un pozo angosto y profundo en Málaga, al sur de España, despidieron los restos en un adiós muy emotivo presidido por una ceremonia religiosa celebrada en la iglesia de la localidad de Totalán.
El cuerpo sin vida del niño fue hallado en la madrugada del sábado por los equipos de rescate, cubierto de tierra a 71 metros de profundidad. Los primeros datos de la autopsia revelaron que Julen sufrió politraumatismos por la caída, que sus brazos estaban hacia arriba y que presentaba erosiones compatibles con roces.
El motivo por el que estaba cubierto de tierra es uno de los aspectos que tendrá que determinar la investigación abierta para esclarecer las circunstancias del suceso. Una posibilidad es que con la caída y los roces se haya desprendido tierra de las paredes y generado el tapón.
De acuerdo a la posición en que fue encontrado el cuerpo, se cree que sufrió una caída "rápida y libre" hasta los 71 metros, cota hasta donde se había rellenado de tierra el pozo, excavado para sondear agua, que originalmente tenía una profundidad de unos 110 metros y un diámetro de 25 centímetros.
También habrá que esclarecer las circunstancias en que se produjo la caída del pequeño, puesto que el empresario que perforó el conducto aseguró en su declaración ante la Policía que selló el orificio, pero alguien lo destapó posteriorme
