Alberto Gómez, la figura del tango que no pudo brillar en la década dorada
ENORME TALENTO. El lomense estaba de gira por América Latina y se perdió el auge del género en los '40. Fue protagonista de la primera película del cine argentino con sonido.
Egidio Alberto Aducci, más conocido como Alberto Gómez, nació en Lomas un día como hoy, pero de 1904, y su vida no iba a pasar desapercibida: con un talento y una voz envidiable, luchó para imponerse, supo brillar y ser una figura muy popular del tango y del cine, pero poco a poco fue olvidado, entre su gira por América Latina y el surgimiento de nuevos artistas. Carlos Fernández, escribano e integrante del Instituto Histórico Municipal, y el gran actor Guillermo Marcos, un amante del tango, contaron cómo fueron los primeros pasos del "Pingo de Lomas" en la localidad, su fama y el posterior olvido entre tantos artistas excepcionales de la década dorada del tango en Argentina.
Carlos Fernández tiene 81 años, es escribano, Miembro de Número del Instituto Histórico Municipal y un vecino de Lomas de toda la vida, quien reveló que el exitoso cantante Alberto Gómez vivió en la entonces calle Necochea 161, hoy Hipólito Yrigoyen 9161, entre Gorriti y Loria, donde frente a la casa "existía la Peluquería Aducci, que era de la familia".
La carrera artística de Alberto Gómez empezó de muy joven en locales, teatros y hasta cabarets de Lomas. "Iba siempre a una lechería, en la calle Laprida y que se llamaba 'La Vasconia', donde dio sus primeros pasos y cantaba para sus amigos", reveló Fernández, que inmediatamente agregó: "Gómez estudió canto lírico con el gran maestro Codegoni y llegó a hacer ópera en el Teatro Español, pero luego se inclinó por el tango".
Iba siempre a una lechería, en la calle Laprida y que se llamaba 'La Vasconia', donde dio sus primeros pasos y cantaba para sus amigos.
Durante su apogeo, Gómez cantaba en lugares emblemáticos de Capital Federal y a los cines de la calle Corrientes e incluso llevaba a cabo presentaciones por radio y en vivo. El exitoso actor Guillermo Marcos, un gran conocedor del tango (con su programa "Metejón de un día", en La 2x4 FM 92.7), contó que el "Pingo de Lomas", apodo que el mismísimo Carlos Gardel le puso a Alberto, fue protagonista de la primera película sonora de cine argentino llamada "¡Tango!", de 1933, y con su voz de tenor tan particular se robó las miradas y los elogios del público en general.
"Cuando él grabó este material ya era una figura muy conocida. Para entender su grandeza, solo hay que decir que Tita Merello, Luis Sandrini y Pepe Arias tuvieron papeles menores en esa película", dimensionó Marcos.
Alberto fue protagonista de la primera película sonora de cine argentino llamada "¡Tango!", de 1933, y con su voz de tenor tan particular se robó las miradas y los elogios del público en general.
"Alberto fue un destacadísimo cantor de tango, una figura muy popular que tuvo nuestro país hasta mediados de la década del '30", lo describió el actor. "Que nadie se entere", "Que sea lo que Dios quiera" y "Milonga que peina canas" fueron algunos de sus temas más resonantes. Para la década dorada del tango en Argentina (en 1940), Gómez se encontraba en una gira por América Latina, Estados Unidos y Cuba, por lo que lamentablemente su nombre "perdió peso a nivel local y el público lo fue olvidando con el surgimiento de otros cantantes".
Lamentablemente, su nombre perdió peso a nivel local y el público lo fue olvidando con el surgimiento de otros cantantes, como Osvaldo Pugliese, Aníbal Troilo y Roberto Goyeneche.
"En la década de 1940 aparecieron artistas excepcionales y mejores que Alberto, como Osvaldo Pugliese, Aníbal Troilo y Roberto Goyeneche, entre otros, pero todavía queda un gran recuerdo de la huella que dejó Gómez en la cultura nacional", sentenció Guillermo.
Alberto Gómez falleció el 19 de mayo de 1973, pero sigue más vivo que nunca. En su querida Lomas existe una calle que lo recuerda a diario, la cual bordea el Arroyo del Rey y va desde Colombres hasta Molina Arrotea.