Juicio del Pozo de Banfield: "Nos queda un dolor que no se va nunca"
Derechos humanos. Lidia Biscarte brindó su testimonio de los escalofriantes hechos vividos en los centros de detención. La audiencia continuará el 9 de marzo tras un cuarto intermedio.
"Necesito que usted doctor haga justicia", fue el pedido de Lidia Biscarte para el presidente del Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata, Ricardo Basilico, en el marco del juicio unificado por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención y exterminio El Pozo de Banfield, el de Quilmes y El Infierno, en Lanús.
El TOF N°1 de La Plata juzga desde el 27 de octubre último a los 18 represores por los secuestros, torturas, crímenes y abusos sexuales cometidos contra casi 500 víctimas alojadas en los mencionados centros clandestinos.
La mujer, quien fue torturada y violada durante su cautiverio, brindó este martes su testimonio en el que reclamó que "los genocidas paguen con prisión" por lo que hicieron y que "no se repita nunca más".
"Quiero que se haga justicia, que esto no se repita nunca más, pero nunca más de verdad"
"Nos queda un dolor que no se va nunca, ya muchos compañeros se fueron, y a mi no sé cuánto me queda, por eso estoy acá, recordando a los compañeros muertos. Esto causa mucho dolor y no sé si los genocidas se nos ríen recordando lo bien que hicieron torturándonos, violándonos. Yo les veo la cara de satisfacción", agregó.
Delegada sindical que trabajaba en el Puente Zárate Brazo Largo, Biscarte fue secuestrada el 27 de marzo de 1976. En su escalofriante relato de lo vivido en los centros de detención, relató que fue torturada con picana eléctrica, con la aplicación del llamado 'submarino seco' y violada de manera reiterada.
"Cuando me secuestraron pesaba 64 kilos y cuando me liberaron en el penal de Olmos pesaba 33; perdí todos esos kilos por la tortura y los malos tratos, nos tenían como animales, o peor porque a los animales no se los tortura", contó.
Biscarte, además, indicó que ya supera los 20 juicios y expresó que siente "a veces que venir a un Tribunal no sirve de nada, porque los genocidas están en su casa". "Quiero que se haga justicia, que esto no se repita nunca más, pero nunca más de verdad", sostuvo.
"Quiero que esta gente que nos torturó y violó pague lo que hizo, no pedimos venganza pero antes de morirme quiero saber que esta gente está presa", añadió.
La audiencia entrará en un cuarto intermedio y continuará el 9 de marzo desde las 10.30, según lo dispusieron las autoridades del Tribunal.